La mujer que quedó embarazada cuando ya estaba previamente embarazada

Recientemente, una mujer quedó embarazada mientras ya estaba embarazada, por lo que dio a luz a dos niños que no fueron concebidos al mismo tiempo y que tenían diferentes pares de padres

Jessica Allen, una joven de 31 años de California, se sometió a fertilización in vitro en abril de 2016 después de que aceptó convertirse en madre sustituta de una pareja china por la suma de US$30,000, informó The New York Post. California es uno de los pocos estados de EE.UU. con programas legales de alquiler de vientre.

A Jessica le dijeron que en realidad llevaba gemelos después de una ecografía de rutina en su sexta semana de embarazo. Sus ganancias por ello se incrementaron en US$5.000 por el segundo hijo, porque los doctores y la agencia de subrogación simplemente asumió que inesperadamente había quedado embarazada de gemelos.

Luego, en diciembre, dio a luz a dos niños por cesárea. Un mes después, recibió una foto de los dos niños de la pareja china con un mensaje que decía: «No son parecidos, ¿verdad? ¿Has pensado por qué son diferentes?»

«Me di cuenta de que uno era mucho más pequeño que el otro», dijo Jessica a ABC News. «Obviamente no eran gemelos idénticos», aseguró.

Raro pero posible caso

Las pruebas de ADN confirmaron esta sospecha. Mostró que un bebé era hijo biológico de Allen y el otro bebé era hijo de la pareja china.

Este es un fenómeno conocido como «superfetación». Es extremadamente raro porque, en la mayoría de los casos, el cuerpo de una mujer embarazada libera hormonas para detener la ovulación. En este caso, sin embargo, el cuerpo de Jessica siguió ovulando, liberando un óvulo que logró fertilizarse. Debido a que la superfetación es rara en humanos, los científicos y profesionales en realidad saben muy poco sobre cómo y por qué ocurre.

Afortunadamente, ambos niños ahora están creciendo saludables. Después de un proceso legal complicado y sumamente costoso, Jessica y su compañero Jasper recibieron la custodia de su hijo biológico y lo llamaron Malachi.

En un artículo para el New York Post titulado «Alquilé mi útero, y casi se llevan a mi propio hijo», Jessica terminó concluyó: «No me arrepiento de haber sido madre sustituta porque eso significaría lamentar a mi hijo. Espero que otras mujeres que están considerando la maternidad subrogada puedan aprender de mi historia».