Realizan con éxito primer trasplante de pene y escroto completos

Los cirujanos realizan rutinariamente trasplantes de órganos, pero pocos han asumido el desafío de reemplazar los genitales completos de un hombre que los había perdido.

Solo unos pocos pacientes en todo el mundo han recibido un trasplante de pene exitoso, incluido un hombre que sufrió una circuncisión fallida, y otro caso de uno que perdió su pene por cáncer. El procedimiento poco común consiste en encontrar un donante adecuado según el tipo de sangre, la edad y el tono de la piel; luego, los cirujanos lo conectan a las arterias, venas, nervios, piel y uretra del paciente.

Para ser más precisos, solamente dos hombres en Estados Unidos y dos en Sudáfrica han salido victoriosos de una operación de trasplante de pene. 

Según Curtis Cetrulo, médico del Hospital General de Massachusetts, que también enseña en la Escuela de Medicina de Harvard, lleva meses o incluso años formular el mejor procedimiento para un trasplante de pene. En 2016, Cetrulo y su equipo realizaron el primer trasplante de pene en los EE.UU. El paciente, Thomas Manning, originalmente perdió el órgano sexual debido al cáncer.

De nuevo un hombre completo

Un completísimo equipo de médicos, que incluye urólogos y experimentados cirujanos, practica repetidamente la cirugía en cadáveres para garantizar que todo funcione sin problemas durante la operación real. Cetrulo estima que su equipo practicó entre 10 y 20 veces antes de la cirugía a Manning, pero explicó en una entrevista con Men’s Health que que el número de pruebas depende del paciente y de la complejidad de la operación en particular. Por ejemplo, puede tomar más de 50 intentos para lograr un trasplante facial complejo exitoso.

Además de la estética y la funcionalidad sexual (que esperan llegue con el tiempo), los médicos están más preocupados de que el trasplante funcione de forma que el hombre pueda orinar normalmente. «Uno de los principales objetivos del procedimiento es la función diaria de orinar», dice Cetrulo.

Los hombres que sufren lesiones genitourinarias no siempre pueden controlar su orina, lo que significa que en un viaje al baño sufrir un desagradable accidente.

«Es muy traumático y debilitante para los pacientes», añade Cetrulo, y agrega que la capacidad de orinar es «realmente una de las partes más importantes de sentirse completo nuevamente y ser capaz de funcionar como un hombre».

Seth Cohen, urólogo y profesor asistente de Urología en Langone Health de la Universidad de Nueva York asegura que la posibilidad de tener una erección de nuevo «depende de las circunstancias específicas de cada paciente». El pene se comunica al cerebro a través de los nervios. Incluso si un trasplante de pene es exitoso, los pacientes que perdieron la mayoría de sus nervios y tejidos por lesiones tendrán problemas para detectar la sensación, lo que dejará al cerebro incapaz de saber que es hora de enviar sangre al pene para provocar una erección. Para esos hombres, los implantes de pene pueden ayudar, según Cohen.

El reciente avance histórico en Johns Hopkins está programado para ser el primero de muchos trasplantes similares. El equipo planea realizar al menos 60 trasplantes genitales en una primera etapa, y los beneficiados serán veteranos de guerra heridos cuyas lesiones genitourinarias son demasiado severas para las cirugías reconstructivas.

 

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