BENEFICIOS

La dieta vegetariana también es buena para el corazón

Un estudio publicado en la revista Circulation confirma que una dieta vegetariana es igual de efectiva que la mediterránea para prevenir enfermedades cardíacas.

La dieta vegetariana también es buena para el corazón. Foto: Pixabay
La dieta vegetariana también es buena para el corazón. Foto: Pixabay

Una nueva investigación, publicada en la revista Circulation, de la Asociación Americana del Corazón, señala que una dieta ovolactovegetariana, es decir que excluye la carnes y pescado pero permite el consumo de huevos y productos lácteos, puede resultar igual de efectiva que la dieta mediterránea para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca o accidentes cerebrovasculares.

El trabajo fue realizado por investigadores del Hospital Universitario Careggi y la Universidad de Florencia, Italia y confirma los beneficios que diferentes estudios previos ya habían evaluado por separado.

Se trata del primer estudio que compara los efectos de ambos patrones alimenticios e incluyó a 107 participantes sanos pero con sobrepeso, de entre 18 y 75 años, que fueron asignados aleatoriamente a seguir durante tres meses una dieta vegetariana baja en calorías, que incluía lácteos y huevos, o una dieta mediterránea baja en calorías que incluía aves de corral, pescado y algunas carnes rojas, así como frutas, verduras, legumbres o cereales.

Tres meses después de comenzar el estudio los participantes cambiaron las dietas.

Resultados y conclusiones

Como resultado observaron que en ambos casos participantes perdieron alrededor de 1,3 kilos de grasa corporal, 1,8 kilos de peso en general, y experimentaron el mismo cambio en su índice de masa corporal (IMC), una medida que compara el peso en relación con la altura.

Como diferencias entre las dietas los investigadores encontraron que la dieta vegetariana fue más efectiva para reducir el colesterol LDL (el considerado «malo»), mientras que la mediterránea produjo una mayor reducción en los triglicéridos, cuyos niveles elevados aumentan el riesgo de infarto o ictus.

En conclusión dirían que una dieta baja en calorías que priorice las verduras pero también incluya huevo o lácteos puede servir para reducir el riesgo cardiovascular «casi igual que una dieta mediterránea baja en calorías», por lo que «hay más de una opción para comer de forma saludable para el corazón», explicó Francesco Sofi, uno de los autores del trabajo.

La profesora de Medicina Preventiva Cheryl Anderson, de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), explicó en un editorial que acompaña el artículo que los resultados podrían explicarse en las similitudes que existen entre ambas dietas.

«Aportan un patrón dietético saludable rico en frutas y verduras, legumbres, cereales integrales y nueces, centrándose en la variedad de la dieta, la densidad de nutrientes y la cantidad adecuada de alimentos, y limitan el consumo de energía de las grasas saturadas», recordó.

Los autores del estudio destacan, como una debilidad de los resultados obtenidos, el hecho de que los participantes tenían un riesgo «relativamente bajo» de enfermedad cardiovascular, por lo que sería necesario evaluar el impacto de ambas dietas en pacientes con un riesgo mayor.

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