Comer manzanas y tomates podría favorecer la recuperación pulmonar de los fumadores

Un nuevo estudio publicado en la European Respiratory Journal, sugiere que una dieta rica en tomates y manzanas puede ayudar a compensar los daños producidos por el tabaco en los pulmones. También señala que podría reducir el deterioro de la función pulmonar asociado a la edad, incluso en gente que nunca ha fumado.

Comer manzanas y tomates podría favorecer la recuperación pulmonar  de los fumadores. Foto: Pixabay
Comer manzanas y tomates podría favorecer la recuperación pulmonar de los fumadores. Foto: Pixabay

Diversos estudios han resaltado las propiedades nutricionales del tomate y la manzana, cuyo consumo se le atribuyen beneficios para la salud y el organismo en general.

Ahora, un nuevo trabajo ha descubierto que comer tomates y manzanas de manera habitual tras dejar de fumar puede ayudar a que los pulmones se recuperen de los daños producidos por el hábito tabáquico.

La investigación fue realizada por los miembros de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore (Estados Unidos), y publicada en el European Respiratory Journal, y tuvo casi una década de duración.

En ese periodo se hicieron pruebas pulmonares, como la espirometría, a 650 adultos procedentes de Noruega, Alemania y Reino Unido en el año 2002, y se les volvieron a repetir estos test diez años después, en 2012.

Los investigadores señalaron que los beneficios respiratorios de esos alimentos quizá no se restrinjan a los ex fumadores.

«También sugiere que una dieta rica en frutas puede ralentizar el proceso de envejecimiento natural del pulmón, aunque alguien nunca haya fumado», manifestó la autora líder, Vanessa García-Larsen, profesora asistente de salud internacional.

La investigación

El estudio incluyó a más de 650 adultos de quienes evaluó la dieta y la función pulmonar en 2002 y diez años después.

La investigación no fue diseñada para probar causalidad, pero los resultados mostraron que las personas que comían en promedio más de dos tomates o más de tres porciones de fruta fresca al día, sobre todo manzanas, tenían un declive más lento de la función pulmonar que los que comían menos de un tomate o menos de una porción de fruta al día, explicaron los autores del estudio.

A su vez precisaron que el vínculo entre la dieta y unas reducciones más lentas en la función pulmonar fue incluso más llamativo entre los ex fumadores, lo que sugiere que los nutrientes de los tomates y la fruta fresca podrían ayudar a reparar el daño pulmonar provocado por fumar.

«Los hallazgos respaldan la necesidad de recomendaciones dietéticas, sobre todo para las personas [con antecedentes de tabaquismo] en riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares como la EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica]», manifestó García-Larsen a través de un comunicado.

Beneficio para todos

Mientras que señaló que todas las personas podrían beneficiarse de una manzana o un tomate al día, debido a que «la función pulmonar comienza a declinar más o menos a los 30 años con una velocidad variable, dependiendo de la salud general y específica de los individuos».

A partir de los 35 años, seas o no fumador, el diafragma pierde fuerza, los músculos que mantienen las vías respiratorias abiertas se debilitan, se reduce la capacidad de exhalar e inhalar, los alveolos cambian de forma, y las órdenes que reciben los pulmones del cerebro son cada vez más débiles, detallan los investigadores.

Sin embargo Vanessa García-Larsen, explicó que eso podría ralentizarse gracias a algunos componentes que tienen los tomates y las manzanas, en especial los flavonoides, que son sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que mejoran la salud pulmonar.

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