Resonancia cerebral comprueba la impresionante consecuencia del estrés postraumático en niños
Antes de leer, detente y observa bien la imagen. Ambas resonancias cerebrales, pertenecen a chicos de la misma edad, pero a pesar de ello, uno es más grande y además tiene menos espacios negros en el medio que el otro.
Esta diferencia radical no es causada por una enfermedad o lesión física, en realidad es el resultado de un trauma emocional extremo y negligencia.
La imagen fue publicada en un reporte por el Profesor Bruce D. Perry, Jefe en Psiquiatría en el Hospital de Texas, Estados Unidos. “La resonancia cerebral del lado izquierdo es la imagen de un niño de tres años saludable, con un tamaño craneal promedio, mientras que la imagen a la derecha es la de un niño de igual edad pero que sufre de privación sensorial severa por negligencia. El cerebro de este chico es significativamente más pequeño que el promedio y tiene ventrículos agrandados y atrofia cortical «, sentenció el profesor en su reporte.
Está bien establecido que los hábitos durante los años de la primera infancia pueden afectar profundamente el resto de la vida de una persona. Aunque la genética siempre juega un papel importante, también existe el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades por malos hábitos. Sin embargo, nadie se imaginaba el alcance que pueden tener los traumas emocionales, que también pueden afectar la estructura física y el desarrollo normal del cerebro.
Antecedentes
Numerosos estudios se han llevado a cabo para encontrar una conexión entre el desarrollo cerebral y traumas psicológicos extremos. Por ejemplo, en 2007, mediante una investigación se pudo encontrar que niños con estrés post-traumático y que tenían niveles altos de la hormona de la hormona cortisol debido a ese estrés, sufrían un decrecimiento en el tamaño del hipocampo, una región del cerebro asociada a las emociones y al procesamiento de la memoria.
También se han efectuado estudios a chicos residentes en orfanatos de Rumania en condiciones de hacinamiento y prácticamente sin cuidados, luego de que la prohibición del uso de anticonceptivos y abortos legales durante la dictadura comunista de Nicolai Ceaucescu, diera como resultado millones de niños abandonados.
En estos estudios llevados a cabo por organizaciones sin fines de lucro, se pudo comprobar que estos chicos tenían la sustancia blanca significativamente menos desarrollada en al menos cuatro partes de sus cerebros. Además, las regiones cerebrales responsables de la emoción se vieron particularmente afectadas, al igual que las áreas asociadas con el mantenimiento de la atención, la función ejecutiva y el procesamiento sensorial.
Algunos ya presentíamos la importancia que tiene el afecto y un ambiente acogedor que brinde seguridad para los primeros años de vida de los niños. No sólo se trata de proveerles alimento y una cama, sino de estimularlos emocionalmente brindándoles atención y cariño.
Para aquellos que mantienen su escepticismo, ahora existe la prueba científica que demuestra que el daño psicológico conlleva daño físico (muy grave) a nivel cerebral, aunque todavía queda mucho por investigar.
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