MÉTODOS CONSERVADORES

La educación sexual basada en la abstinencia no funciona, afirma la ciencia

Una reciente investigación determinó que basar la educación sexual en la represión de los deseos naturales no tienen los resultados que logran otros métodos.

Foto: Pixabay
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La locura se define a veces como «hacer la misma cosa una y otra vez, esperando resultados distintos». Los científicos, por otro lado, a veces tienen que hacer la misma prueba en repetidas ocasiones esperando la misma respuesta, solo para estar seguros. Un ejemplo de esto último es la reciente investigación que confirmó que la educación sexual basada únicamente en la abstinencia sigue siendo un fracaso completo.

En 2006, el profesor John Santelli, de la Universidad de Columbia, dirigió una revisión de distintos programas de educación sexual que giraban en torno a mantener la virginidad hasta el matrimonio. Estos programas de carácter estatal habían sido financiados por la administración de George Bush y se difundían en una gran mayoría de estados de EE.UU. Sin embargo, Santelli no encontró pruebas de que tales programas cumplieran los objetivosde reducir o retrasar el inicio del acto sexual en jóvenes a tempranas edades o fuera del matrimonio: lo peor de todo es que no lograron reducir la incidencia de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. 

En 2012, durante el gobierno de Barack Obama se recortaron fondos a estos programas fallidos, pero el Congreso volvió a aumentarlos en un acuerdo presupuestario. En una versión actualizada y revisitada del estudio, Santelli explica que «el peso de la evidencia científica demuestra que estos programas no ayudan a los jóvenes a retrasar la iniciación de las relaciones sexuales, mientras que la abstinencia es teóricamente eficaz, en la práctica actual, las intenciones de abstenerse de la actividad sexual a menudo fallan».

«Estos programas simplemente no preparan a los jóvenes para evitar embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual», denunció el experto.

Contradicción tras contradicción

Otra investigación encargada por el mismo Congreso de EE.UU. concluyó que la mayoría de grandes programas de educación sexual que tienen a la abstinencia como centro no solo empujan juicios morales y de valor sobre los estudiantes, sino que contradicen la evidencia científica y contienen errores fácticos.

Y la cosa ha ido de mal en peor; al menos en Estados Unidos: mientras que en 2002 el 64% de las escuelas primarias enseñaban cómo prevenir el VIH, en 2014 ese porcentaje cayó al 41%. En 1995, más del 80% de los escolares aprendieron métodos anticonceptivos distintos de la abstinencia. Para 2013, este porcentaje había caído al 60% para las niñas y al 55% para los niños.

Actualmente 37 estados de EE.UU. exigen que la abstinencia sea enseñada como parte inevitable de la educación sexual, 26 requieren que se haga especial énfasis en esta y 11 que sea cubierta como parte de un plan integral educativo.

Desde 1982, el Gobierno de los Estados Unidos ha gastado más de 2.000 millones de dólares en educación sexual basada únicamente en la abstinencia. La homofobia se desliza dentro de los programas de educación sexual arcaicos y conservadores, pues 8 estados obligan a sus autoridades educativas a que se hable negativamente sobre la orientación sexual diferente a la heterosexual, o bien no permiten que se proporcione información en el ámbito educativo formal sobre la diversidad sexual.

 

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