Gasto público social se duplicó en los últimos tres Gobiernos; primera infancia fue el área más beneficiada

En la última década, en Uruguay el gasto social se duplicó, siendo la primera infancia el área más beneficiada. En esta etapa de la vida de los ciudadanos se ha invertido un tercio del total del aumento. Así lo afirma la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg.  “Durante el embarazo y en los dos primeros años del niño se desarrolla 80 % del cerebro y las habilidades cognitivas y socioemocionales”, explicó, resaltando la importancia de que en estas poblaciones se siga invirtiendo.

Una primera infancia en buenas condiciones de salud, sociales y educativas, es importante para el futuro del individuo, por lo que la concepción del MSP y del Gobierno en general, afirma Lustemberg, es que se desarrollen políticas integrales. “Esa etapa representa los cimientos de una casa, donde lo que se haga en un momento marca mucho las posibilidades que se tiene en el siguiente; hay una concepción ética, de derechos, científica y económica”, dijo. “Es cuando se consolidan muchas de las posibilidades y el desarrollo posterior que adquirirá a lo largo de la vida”, agregó.

La jerarca afirmó que el 80% del cerebro crece en el periodo comprendido entre el embarazo y los dos primeros años de vida. Se forman las habilidades y potencialidades cognitivas y socioemocionales, y muchos de los estímulos y atención en salud que se brinden mejorar las posibilidades de un crecimiento adecuado.

El desarrollo de la audición y la visión, por ejemplo, ocurre en esa etapa, apuntó la subsecretaria de Salud Pública.

Aumento en inversión

Lustemberg, médica pediatra de profesión, insiste bastante en que «la primera infancia es una fase fundamental del crecimiento». “Cuando vemos la evidencia científica y antropológica, amparada en una concepción de derechos, se aprecia la importancia de los primeros años en el desarrollo posterior”, puntualizó.

No dudó en señalar al Frente Amplio como el partido que logró que se diera el aumento en la inversión estatal, en una creciente visible desde el 2005. En 2016 alcanzó prácticamente a un tercio (junto con adolescencia) del gasto público social (GPS), el que se duplicó en la última década, para procurar revertir una tendencia histórica de diseño “pro-adulto”.

Hubo una reforma integral en los sistemas de salud, avances en la universalización de la enseñanza para niños de 4 y 5 años y un aumento de la cobertura de centros de salud inicial y de Centros de Atención a la Infancia y la Familia (Plan CAIF), la reorientación de las Asignaciones Familiares, el Plan de Atención a la Emergencia Social y el Plan de Equidad.

La jerarca de Salud también mencionó que hubo una fuerte caída en la pobreza, que afectaba al 40% de la población en 2005 hasta llegar a un indicador de un solo dígito en 2017. En particular, en la franja de 0 a 6 años, bajó de 63,7 % de los niños en 2004 a 20 % en la actualidad.