Cinco grandes beneficios de consumir moringa

La moringa es un árbol proveniente de la India que en los últimos años se ha vuelto muy popular por considerarse un nuevo súper alimento, que contiene propiedades medicinales y curativas. Tanto sus hojas como sus flores, semillas, fruta y corteza son aprovechables y poseen importantes nutrientes que favorecen a la salud general del organismo.

Sus hojas son las más populares, se puede encontrar para infusión o en polvo, y contienen un alto contenido de proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes que la vuelven un aliemnto muy nutritivo y saludable. El aceite, obtenido de las semillas de la moringa también es muy recomendable ya que concentra todas las propiedades del árbol.

Una reciente publicación de Télam señala que cien gramos de hoja seca de moringa contienen 9 veces la proteína del yogurt, 15 veces la vitamina A de la zanahoria, 15 veces el potasio de la banana, 17 veces el calcio de la leche, 12 veces la vitamina C de la naranja y 25 veces el hierro de la espinaca.

Esta planta se ha utilizado exitosamente para mejorar el consumo de nutrientes en países azotados por el hambre, como Malawi, Senegal e India.

A continuación te contamos cinco beneficios para incluir moringa en la dieta:

Lucha contra la diabetes: el consumo de moringa ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre gracias a su contenido de ácido clorogénico, que permite a las células tomar o perder azúcar según las necesidades. Un estudio publicado en el International Journal of Food Sciences and Nutrition revela que los diabéticos que consumen moringa como parte de una dieta alta en carbohidratos ven mejoras en el control de azúcar en sangre y los niveles de insulina.

Favorece la salud cardiovascular: esta planta tiene la capacidad de ayudar a reducir los niveles de colesterol malo en la sangre debido al betasitosterol, un nutriente que bloquea la acumulación de esa sustancia en el organismo y por lo tanto ayuda al corazón a mantenerse más saludable. A su vez su consumo favorece la circulación de la sangre lo que también ayuda a prevenir complicaciones cadiovasculares.

Es anti inflamatoria: la moringa posee una mezcla de aminoácidos esenciales, fitonutrientes carotenoides y otros antioxidantes y compuestos antibacterianos naturales que imitan los efectos de los fármacos antiinflamatorios.

Favorece la salud digestiva: Las propiedades antiinflamatorias mencionadas anteriormente sumado al alto contenido de fibra de la moringa hacen que sea un alimento ideal para el aparato digestivo, principalmente para tratar problemas como las úlceras de estómago, enfermedades hepáticas o daño renal, entre otros. La fibra favorece a todo el proceso digestivo haciendo que sea más sencillo digerir los alimentos al tiempo que ayuda a mantenerse satisfecho por más tiempo, lo que es ideal para quienes realizan dietas de adelgazamiento. Su consumo a su vez promueve el correcto funcionamiento del hígado y el riñón.

Es antioxidante: las propiedades de la moringa actúan como antioxidantes ayudando al organismo a combatir los radicales libres que dañan las células y prevenir el envejecimiento prematuro y enfermedades degenerativas. A su vez con nutrientes refuerzan el sistema inmunológico aumentando las defensas del cuerpo.