Una caminata después de cada comida mejora los niveles de azúcar en diabetes tipo 2

La actividad física es junto a la alimentación saludable uno de los factores primordiales en la prevención de salud. Los expertos en salud recomiendan a la población realizar al menos 30 minutos diarios de ejercicio físico para prevenir enfermedades crónicas, la obesidad y cuidar el corazón.

Una de esas actividades es la caminata, ya que es apta para la mayoría de las personas. Lo que no especifican los expertos es cuándo realizar el ejercicio, en qué momento del día.

Ahora un nuevo estudio señala que caminar después de las reduce los niveles de azúcar en la sangre más que otros tipos de ejercicio, por lo que sería una gran opción para quienes sufren diabetes o quieren prevenirla.

La investigación encontró que la glucemia postprandial, una medida del azúcar en sangre era un promedio un 12% más baja cuando los participantes caminaron luego de comer en comparación con quienes hicieron ejercicio en otros momentos. Mientras que después de la cena era el momento en que se presentaba el mayor descenso en la glucemia postprandial alcanzando un 22%.

Andrew Reynolds, investigador de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda y autor principal del trabajo recordó que «si se tiene diabetes tipo 2, hay una directriz que aconseja ser activo al menos 150 minutos a la semana». Y explicó que con su trabajo encontraron que beneficios adicionales al hacer actividad física después de las comidas por lo que sugiere «las directrices actuales deberían enmendarse para especificar la actividad después de las comidas, sobre todo cuanto las comidas contengan una cantidad sustancial de carbohidratos».

En ese sentido recomendó «piense en caminar después de comer como una parte de su rutina diaria».

El trabajo liderado por Reynolds contó con 41 paciente con diabetes quienes fueron sometidos a caminar un total de 150 minutos a la semana. En la primera fase del estudio, los participantes cambiaban 30 minutos al día en el momento que quisieran. En la segunda etapa, 30 días después de la primera se les indicó a todos que hicieran una caminata de 10 minutos a más tardas cinco minutos después de cada comida y en ambas etapas los investigadores controlaron los niveles de azúcar en la sangre.
Como resultado encontraron que caminar después de una comida redujo los niveles de azúcar en sangre de forma más efectiva.

Con precaución

Joel Zonszeing, director del Centro Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore de Nueva York manifestó una salvedad a la investigación y recomendación de Reynolds y aseguró que hay que tener precaución con la actividad física que se realiza después de las comidas.

El especialista explico que el ejercicio es parte de una buena gestión y atención de quienes padecen diabetes tipo 2, pero recordó la enfermedad cardíaca es común entre quienes poseen diabetes y por lo tanto hay que tener cuidado con el ejercicio. «Debemos tener cuidado al animar al ejercicio tras una comida, dado que las demandas sobre el corazón aumentan con las comidas», explicó y agregó «esto es en particular importante en las personas con enfermedades cardíacas, dado que el desvío de la sangre de las arterias coronarias o carótidas al intestino no siempre es lo mejor para esos pacientes».

A su vez planteo que aunque varios ensayos han mostrado mejoras en el control del azúcar en sangre con el ejercicio, éste no siempre es suficiente. En ese sentido aseguró «en la diabetes tipo 2, una combinación de un buen estilo de vida y los medicamentos adecuados es importante para unos resultados exitosos».