Consejos para recuperar la concentración de forma fácil y rápida

Para esos días en los que todo sale mal, en los que es imposible concentrarse y trabajar en algo de forma eficaz, estos cinco consejos ayudarán a tranquilizarse y focalizar las energías en la actividad que se está llevando a cabo.

1. Técnica del objeto

Este sencillo método consiste en fijar la atención en un objeto del entorno. Cualquier cosa sirve, solo hay que elegir uno y observarlo durante dos minutos seguidos, tratando de no pensar en otra cosa. Se recomienda fijar una alarma en el celular para no estar pendiente del reloj.

Cada vez que la mente se disperse, se debe volver a mirar al objeto. Se puede repetir la técnica las veces que sea necesario, hasta que la persona sea capaz de fijar la atención en una actividad nueva.

Otra forma de hacer este ejercicio es con una vela, pero no es algo que siempre se tenga a mano. En este caso, se debe observar directamente a la llama por unos 30 segundos y luego cerrar los ojos intentando dibujarla en la mente. Esto sirve a la concentración porque, al centrar la mente en algo sin importancia, las distracciones se esfuman.

2. Observar la respiración

Cerrar los ojos y respirar profundamente, reconociendo cómo el aire entra y sale de los pulmones por 15 segundos, es una manera fácil de calmar la mente. Al conectarse con el cuerpo, la persona se sentirá más consciente de sí misma y le será más sencillo concentrarse en una actividad.

3. Técnica de separación

Este ejercicio sirve para aquellos casos en los que el ambiente distrae, en general por ruidos externos. Lo que hay que hacer aquí es imaginar que nos estamos separando del entorno. Imaginarse rodeado por una cápsula, por ejemplo, muros o montañas, que nos aíslan del resto del mundo.

Se debe visualizar la imagen durante algunos minutos, hasta que se haga natural y la sensación de aislamiento persista.

4. Técnica de los cinco más

Cuando ya ha pasado mucho tiempo desde que se comenzó una actividad y el cerebro está cansado, lo ideal es olvidar la meta final y fijar objetivos pequeños. Por ejemplo, si lo que se está realizando se divide en secciones, es útil avanzar de a cinco en cinco: escribir cinco líneas más, leer cinco páginas más, etc. Si esto no es posible, se puede fijar como objetivo seguir cinco minutos más.

5. Premiación

Relacionado con lo anterior, esta técnica consiste en “premiarte” cuando alcances cada objetivo estipulado. Las recompensas pueden variar, por ejemplo, con una cena deliciosa si se termina el proyecto en ese día, o un descanso de 15 minutos para leer un capítulo de un libro luego de trabajar por una hora seguida.