Dormir poco aumenta el riesgo de enfermar

Que el cuerpo necesita descansar ocho horas por noche es algo ya conocido mundialmente y cada día aparecen nuevas desventajas para la salud de las personas asociadas a las pocas horas de sueño.

Un estudio publicado en la revista Sleep y realizado por la Universidad Caregie Mellon de Estados Unidos señala que las personas que duermen seis horas por noche o menos son cuatro veces más propensas a tener un resfriado en comparación con las que duermen más de siete.

Aric Prather autora del informe expresó que dormir mal «Va más allá de la sensación de estar aturdido o irritable. No dormir lo suficiente afecta la salud física».

Para la investigación trabajaron con 164 adultos que fueron sometidos durante dos meses a exámenes de salud, entrevistas y cuestionarios para establecer líneas de base para factores como el estrés, el temperamento, el consumo de tabaco y alcohol, mientras que les seguían los patrones de sueño durante siete días utilizando un sensor similar a un reloj que mide la duración y calidad del sueño durante toda la noche.
Luego llevaron a los participantes a un hotel donde les suministraron virus de resfriado a través de gotas nasales y se les monitorizó durante una semana recogiendo muestras de moco diarias para ver si el virus se había instalado.

Los resultados mostraron que las personas que dormían menos de seis horas por noche eran cuatro veces más propensas a resfriarse en comparación a las que dormían más de siete.

Por eso Prather explicó que «El sueño va más allá de todos los otros factores que se midieron. No importaba cómo eran de mayores esas personas, sus niveles de estrés, su raza, educación o ingresos. No importaba si eran fumadores. Con todas esas cosas tenidas en cuenta, estadísticamente el sueño todavía era el ganador y fue un abrumadoramente fuerte predictor de susceptibilidad al virus del refriado».

Para los investigadores el estudio muestra los riesgos de pérdida crónica de sueño mejor que los experimentos típicos en los que los investigadores privan artificialmente a los individuos de sueño, ya que se basa en el comportamiento normal del sueño de las personas, «Esto podría ser una semana normal para alguien durante la temporada de frío» expresó la autora.

Para los científicos el sueño debe ser tratado como un pilar fundamental de salud pública junto a la dieta y el ejercicio ya que influye en diversos puntos de la salud de las personas. «En nuestra cultura de estar ocupados, todavía hay una buena cantidad de orgullo acerca de no tener que dormir y conseguir hacer un montón de trabajo. Necesitamos más estudios como éste para empezar a hacer llegar a los hogares que el sueño es una pieza fundamental para nuestro bienestar» concluyó Prather.