Alimentos ricos en almidón nos hicieron seres más inteligentes

Si bien hoy en día los alimentos ricos en carbohidratos suelen ser eliminados de las dietas modernas, ya sea para bajar de peso o consumir alimentos sin cocción, habrían sido la clave para que nos hiciéramos más inteligentes.

Así lo señala una nueva investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona, el University College of London y la Universidad de Sidney. Los investigadores aseguran que el consumo de plantas ricas en almidones fue fundamental para la evolución de la especie humana. La explicación tiene que ver con que la glucosa es uno de los principales combustibles del cerebro, para ellos el desarrollo de nuestra capacidad para obtener azúcares de los carbohidratos principalmente de los almidones fue lo que sostuvo el acelerado crecimiento del cerebro.

El estudio publicado en The Quarterly Reviwe of Technology explica que «La capacidad para aprovechar raíces y tubérculos ricos en almidón en la dieta de los primeros homínidos es considerada un paso potencialmente crucial en la diferenciación de los primeros Australopitecinos de otros homínidos». Eso quiere decir que una dieta rica en carbohidratos otorgó a nuestro antepasados una gran ventaja evolutiva.

Los humanos poseemos tres veces más copias del gen que crea las amilasas salivares, que son las que ayudan a transformar los carbohidratos en azúcares, que el resto de los primates, y para los autores del estudio esa adaptación comenzó a producirse hace aproximadamente un millón de años y en ese entonces los humanos ya habían aprendido a cocinar.

El cocinar sería uno de los responsables de multiplicación de esas enzimas, ya que eso habría sido una de las respuestas del organismo a las posibilidades abiertas por el uso del fuego; los tubérculos crudos son mucho más difíciles de procesar y transformar en azúcares utilizables.

La Dra. Karen Hardy de la Universidad Autónoma de Barcelona expresó que este estudio confirma la importancia de la cocina en la evolución humana, algo que se aleja un poco de las dietas modernas que apuestan por lo crudo o los alimentos sin carbohidrato o almidón «porque producen sobrepeso».

Los investigadores consideran que esas dientas no tienen que ver con la verdadera dieta de nuestros antepasados, ya que como expresa Hardy «Alimentos provenientes de plantas ricas en almidón eran una parte abundante, confiable e importante de la dieta» y agregó que «Los humanos modernos requieren una fuente confiable de carbohidratos glicémicos para sostener el funcionamiento adecuado de nuestro cerebro, médula renal, glóbulos rojos y tejidos reproductivos».