La ausencia de una hormona en el cerebro provoca el deseo incontrolable de comer

El estudio llevado a cabo por el Centro Médico Rutgers Roberts Wood Johnson de Estados Unidos y publicado en Cell Reports revela qua la falta de la hormona GLP-1 en el cerebro de las personas sería lo que genera el deseo incontrolable de comer.

Para la investigación trabajaron con ratones, provocando una deficiencia de GLP 1 en sus cerebros y observaron que estos comían más de lo necesario y mostraban mayor preferencia por los alimentos altos en grasa. Vicent Mirabella, uno de los autores del estudio explicó que cuandoo mejoraron la señalización de GLP-1 en los cerebros de los ratones, fueron capaces de bloquear la preferencia de alimentos de alto contenido de grasa.

Los péptidos GLP-1 son pequeñas secuencias de aminoácidos que cumplen varias funciones, entre ellas establecer la forma en que el cuerpo regula los comportamientos alimentarios. Son secretados por las células, tanto en el intestino delgado como en el cerebro y son los encargados de avisar al organismo que ya se está satisfecho y no debe comer más.

De todas formas los autores de la investigación explican que si bien proporciona nuevas pruebas de orientación neuronal en el sistema dopaminérgico mesolímbico (el circuido de recompensa del cerebro) en vez de dirigirse a todo el cuerpo podría ser una buena forma de controlar la sobre alimentación y la obesidad con menos efectos secundarios, no es la única razón por las que las personas comen en exceso.

Zhiping Pang, también autor del estudio explica que las razones de por qué comemos, cuánto comemos y cuándo dejamos de comer son comportamientos controlados por el sistema nervioso central, que permite a nuestro organismo responder a su entorno. Por ellos es importante comprender la motivación del impulso de comer por placer en vez de para obtener energía.

Además explica que lo que estudiaron «Son las mismas áreas del cerebro que controlan otras conductas adictivas, como el abuso de drogas y alcohol y la adicción a la nicotina», por lo que concluye que «Comer de más es lo que provoca la obesidad y puede considerarse una adicción a la comida, un trastorno neuropsiquiátrico. Al descubrir cómo el sistema nervioso central regula el comportamiento de la ingesta de alimentos a través de la GLP-1 podría proporcionar una terapia específica con menos efectos secundarios».