Día Mundial del Celíaco: cómo detectar a edad temprana si un niño padece la enfermedad

La celiaquía es una enfermedad que está causada por una reacción uno de los componentes del trigo. Esta reacción está condicionada genéticamente. Como su mecanismo de acción es completamente distinto al de las alergias, el desarrollo de la enfermedad es muy variable de unas personas a otras, y puede permanecer oculta con muy pocos síntomas, o ninguno, durante toda la vida. A pesar de ello es una enfermedad que puede tener síntomas muy importantes y consecuencias graves, por lo que es importante el diagnóstico precoz y preciso, así como su tratamiento.

La confusión de los síntomas a edades tempranas

Entre los problemas más graves que presenta el diagnóstico de la enfermedad celíaca es que a edades tempranas es muy común la confusión de los síntomas con el de patologías más comunes. Los dolores de estómago y los vómitos, particularmente después de haber consumido algún alimento con gluten son una de las claves fundamentales a prestar atención entre los niños.

Los niños celíacos suelen presentar además diarreas frecuentes, con mal olor o espesas. También enfermedades relacionadas con la pérdida de peso, que llevan hasta al menor desarrollo de la edad correspondiente. Sensación constante de cansancio y fatigas y una actitud sumamente pasiva en relación a la actividad física, distinta al común de la edad.

Los cambios en el carácter infantil con constantes malhumores y una introversión mayor también son referencia, así como algunas formas de dislexia e incluso síntomas de autismo.

Todas estas pautas llevan indefectiblemente a la consulta médica; el especialista a partir de análisis de sangre y del tejido intestinal, puede determinar rápidamente si el niño es celíaco lo que marcará una dieta inmediata que solucionará los principales problemas en el corto plazo.