Enfermedades médicas

Demencia y enfermedades endocrinas

En esta segunda entrega sobre demencia y enfermedades endocrinas, SUAT te proporciona más información asociada a las manifestaciones neurológicas de los trastornos endocrinos metabólicos. 

Adenohipófisis

La actividad de los sistemas hormonales declina fisiológicamente con el devenir de los años, lo cual se relaciona con la capacidad funcional y cognitiva. En este contexto, la hipófisis sufre una baja del número de células especializadas con la consiguiente disminución de las hormonas secretadas -somatotropina y somatomedina, por ejemplo-. Como resultado, y por un sistema de retroalimentación, aumenta la secreción de gonadotropinas, mientras que la secreción de prolactina se mantiene estable y la de tirotropina (TSH) se incrementa. En tanto, el eje del cortisol no muestra grandes cambios pero la secreción de hormonas disminuye por parte de las glándulas suprarrenales. A pesar de estos cambios, las alteraciones hipofisarias y del hipotálamo suelen diagnosticarse tardíamente.

Adenomas hipofisarios

Son tumores benignos originados en las células endocrinas de la adenohipófisis; su frecuencia aumenta con la edad y, de acuerdo a su comportamiento clínico, se pueden clasificar en funcionantes y silentes.

En los casos sintomáticos, el signo más usual suele ser la disminución de la agudeza visual y esto puede generar cefaleas, convulsiones y parálisis de los pares craneanos. Además, los adenomas hipofisarios secretan diferentes tipos de hormonas, lo que en ciertas oportunidades se traduce en síntomas secundarios; por lo tanto, pueden existir síntomas secundarios a hiperprolactinemia a exceso de somatotropina y, en este caso, la persona presentará una acromegalia.

Por otro lado, el exceso de cortisol determina la aparición de la enfermedad de Cushing ; ésta se caracteriza por la aparición de debilidad muscular de la cintura pelviana, lo cual determina dificultad para subir escaleras, incorporarse desde una posición de cuclillas, irritabilidad, disminución de la concentración y trastornos depresivos. La confirmación de esta patología se basa en la determinación del cortisol plasmático y puede estar alterado en las personas con demencia y/o depresión, por lo que se dificulta la realización del diagnóstico.

Otro tumor que se encuentra con menor frecuencia en los ancianos es el microprolactinoma y suele tener escasos síntomas ante los cambios que sufre el eje gonadal con el envejecimiento; habitualmente, se manifiesta por alteraciones del campo visual. En el caso de estar frente a un hallazgo sanguíneo de hiperprolactinemia hay que descartar otras causas: fármacos, insuficiencia renal crónica, insuficiencia suprarrenal, cirrosis hepática e hipertiroidismo.

Por último, la secreción excesiva de gonadotrofinas por la adenohipófisis genera una enfermedad que se conoce con el nombre de acromegalia ; ésta genera un aumento en la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y respiratoria. La acromegalia se manifiesta en los adultos mayores en forma discreta y algunos de sus síntomas son: engrosamiento facial y prognatismo, aumento del tamaño de pies y manos, proliferación del tejido óseo, edemas, aumento de sudoración y macroglosia, y también se vincula con la hipertensión arterial y la diabetes.

Si bien se puede ver afectada la secreción de un único tipo de hormona hipofisaria en determinados casos, también se pueden alterar varias o incluso todas -esto se conoce bajo el nombre de panhipopituitarismo -. La referida insuficiencia de secreción de hormonas hipofisarias se manifiesta mediante cambios neuropsiquiátricos: depresión, alteraciones cognitivas y debilidad muscular.

Neurohipófisis

Tiene una correlación directa con el metabolismo del agua. Durante el proceso de envejecimiento se producen cambios en la síntesis hormonal que determinan un aumento de la hormona antidiurética que se manifiesta desde el punto de vista sanguíneo ante una disminución de la concentración de sodio -hiponatremia-; la hiponatremia secundaria a la alteración de la hormona antidiurética es conocida como síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética y sus manifestaciones clínicas suelen ser somnolencia, debilidad muscular, calambres, convulsiones, confusión y coma.

SUAT te invita a que te mantengas siempre informado y a que consultes con un especialista en el caso de presentar dudas sobre el tema planteado en esta instancia.

Dr. Oscar López
Médico de SUAT

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