Las maravillas de la chía

 

Las semillas de chía son sin duda las semillas del momento, éstas han ganado popularidad por la cantidad de beneficios que ofrecen a la salud de quienes las consumen ya que contienen todos los aminoácidos esenciales, menos taurina y son la principal fuente vegetal de los tan importantes ácidos grasos omega 3.

Además están compuestas de un alto contenido de proteínas, el doble que el resto de las semillas, fibra soluble y antioxidantes, contienen vitamina A que favorece la visión principalmente nocturna, vitamina B que colabora en la lucha contra la depresión y el estrés, y ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso. También tienen alto contenido de calcio, lo que hace que su consumo sea bueno para prevenir la osteoporosis o aliviar sus efectos, fósforo que mejora la actividad cerebral y ayuda a la memoria, y potasio, recomendado para los deportistas ya que mejora la actividad muscular y ayuda a evitar calambres. A su vez contiene magnesio que ayuda en la absorción del calcio y el potasio, zinc que entre otras cosas refuerza el sistema inmunológico y hierro, ideal para prevenir o atacar la anemia.

Su consumo es bueno para mejorar el metabolismo, equilibrar el colesterol y los triglicéridos en sangre, y proteger el sistema cadiovascular. Además sirven para mantener hidratado el cuerpo dado que tiene propiedades hidrofílicas que ayudan a regular el equilibrio de electrolitos, y pueden absorber hasta doce veces su peso en agua. El gel que se crea cuando se las deja reposar en agua se convierte en un gran aliado para la digestión, ya que este retarda la digestión de los carbohidratos y su conversión en azúcar ayudando a regular los niveles de azúcar en sangre y a limpiar el tracto digestivo generando sensación de saciedad, por lo que estas semillas son recomendadas para casos de diabetes y dietas para bajar de peso. Además son buenas para los deportistas por sus contenidos de minerales, y porque ayudan a aumentar los niveles de energía, además de que mantienen al organismo hidratado durante mayor tiempo.

Las semillas de chía se pueden consumir al natural, dejándolas reposar en agua, licuados, sopas hasta que forme el gel, pero también en la elaboración de comidas como panes, galletitas, etc, o por encima de las ensaladas y otras preparaciones. También se puede encontrar en forma de aceite.