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Demencia y enfermedades endocrinas. Parte 1

El sistema endocrino, a través de las glándulas endocrinas, sintetiza y libera mediadores químicos -es decir, hormonas- al torrente sanguíneo; su finalidad es lograr la coordinación e integración de la función de los diferentes órganos y tejidos especializados.

Demencia y enfermedades endocrinas. Parte 1

Otro mecanismo de coordinación e integración lo constituye el sistema nervioso; por lo tanto, estos dos sistemas se integran en lo que se denomina como sistema neuroendocrino . Por consiguiente, las hormonas influyen en la función del sistema nervioso central y estas alteraciones pueden ocasionar cambios a nivel cognitivo. SUAT te acerca, en esta primera entrega, toda la información esencial referida a la temática planteada. Las demencias secundarias a alteraciones endocrinas forman parte de las llamadas demencias reversibles o potencialmente curables, ya que presentan un tratamiento específico. En tanto, las manifestaciones neurológicas de las afecciones endocrinas pueden ser variadas y confusas, o interpretadas como signos observados en el envejecimiento o por la enfermedad cerebrovascular crónica.

Las principales alteraciones endocrinas que pueden cursar con demencia aparecen en la siguiente lista:

Alteración del metabolismo hidrocarbonado

  • Diabetes mellitus
  • Hipoglucemia crónica

Alteraciones tiroideas

  • Hipertiroidismo
  • Hipotiroidismo
  • Alteración paratiroidea
  • Hiperparatiroidismo
  • Hipoparatiroidismo

Alteración adrenal

  • Enfermedad de Cushing
  • Enfermedad de Addison
  • Panhipopituitarismo

Alteración del metabolismo hidrocarbonado

El metabolismo hidrocarbonado es muy complejo y, por este motivo, las alteraciones pueden producirse en una diversidad de pasos y procesos metabólicos. En referencia a la diabetes mellitus , las características clínicas del adulto mayor que padece esta enfermedad pueden variar, desde la hiperglucemia aislada -vinculada a factores secundarios- hasta la verdadera diabetes en la que se constatan complicaciones vasculares en diferentes niveles. Siguiendo esta línea, desde lo neuropsicológico se puede decir que la diabetes se relaciona con deterioro cognitivo y el principal factor de riesgo es el mal control glucémico; ese deterioro en la diabetes no insulinodependiente impacta fundamentalmente en las pruebas de aprendizaje y memoria. Si bien la diabetes es un factor de riesgo para demencia degenerativa, recientes estudios demuestran que los ancianos diabéticos presentan un mayor riesgo de demencia vascular y éste se incrementa en forma considerable cuando la persona tiene hipertensión arterial o cardiopatía. El tratamiento consiste en un adecuado control de la glucemia a través del auto monitoreo y el control periódico de la hemoglobina glicosilada.
En cuanto a la hipoglucemia crónica o recurrente , aunque sea un caso leve puede dar lugar a un deterioro cognitivo gradual y demencia. Los adultos mayores tienen mayor predisposición a la hipoglucemia debido a la irregular ingesta de alimentos, la disminución de los depósitos hepáticos de glucógeno y de la función hepática y renal, y ante la mayor susceptibilidad del efecto hipoglucemiante del alcohol. Los síntomas mentales de la hipoglucemia siguen un curso paralelo a la rapidez y al grado de instalación de ésta; una disminución lenta o unos niveles crónicos de hipoglucemia producen alteraciones cerebrales sin dar lugar a las alteraciones catecolaminérgicas -taquicardia, sudoración o palidez-. La mayoría de las personas con hipoglucemia crónicas manifiestan confusión, cefalea, inquietud e irritabilidad. Por otra parte, las manifestaciones neuropsicológicas incluyen pérdida de la memoria y dificultad para realizar tareas motoras. En cambio, un coma hipoglucémico puede dar lugar a una demencia grave, mientras que la recuperación de un episodio de hipoglucemia puede detener el desarrollo de los síntomas cognitivos -aunque en algunos casos la recuperación es incompleta-. En tanto, el tratamiento es igual al caso anterior.

Alteraciones tiroideas

La prevalencia de la patología tiroidea aumenta con la edad y sus manifestaciones suelen ser sutiles y no específicas, por lo cual se la puede confundir con una amplia gama de enfermedades. Se entiende por hipertiroidismo a la presencia de un trastorno funcional de la glándula tiroidea caracterizado por la secreción de cantidades excesivas de hormonas tiroideas al torrente sanguíneo en relación con las necesidades del organismo. Las manifestaciones neuropsicológicas se traducen en la disminución de la atención, alteración de la memoria, déficit de concentración y dificultad para el cálculo, aunque en la mayoría de los casos no es de alta significación. Sin embargo, el hipertiroidismoEnfermedad caracterizada por un aumento de la actividad de la hormonas tiroideas. subclínico -alteración sanguínea de las hormonas tiroideas sin síntomas- aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer. En cuanto al tratamiento, éste se encuentra dirigido al control de la producción de hormonas tiroideas, con lo que la mayoría de las personas mejoran la sintomatología pero es frecuente que las alteraciones cognitivas persistan. Por otra parte, el hipotiroidismo es el cuadro clínico caracterizado por un déficit de secreción de hormonas tiroideas al torrente sanguíneo. La demencia secundaria al hipotiroidismoTrastorno caracterizado por una disminución en la actividad de las hormonas tiroideas. se presenta en forma insidiosa con enlentecimiento de la actividad motora y de las funciones mentales superiores -problemas para mantener la atención, alteración de las habilidades visuoespaciales, lentitud psicomotriz, y dificultad para el razonamiento abstracto-. En estos casos, el tratamiento se basa en la sustitución hormonal adecuada; a pesar de que la mayoría de las veces se registra una mejoría de los síntomas, estos pueden presentar un deterioro cognitivo residual.
SUAT te brinda las herramientas básicas para que te mantengas actualizado. En una próxima edición encontrarás más datos sobre los tipos de alteraciones endocrinas vinculadas a la demencia y sus tratamientos.

Dr. Óscar López
Médico de SUAT

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