DESCUBRIMIENTO

La fatiga crónica es una enfermedad inmunológica y no un agotamiento físico o psicológico

Científicos de la Universidad de Columbia (EE.UU.), concluyeron el más extenso informe de los últimos años, sobre el síndrome de la fatiga crónica, donde apuntan demostrar que el tema va mucho más allá del agotamiento por causas físicas o psicológicas que los afectados padecen.

El trabajo publicado en Science Advances, muestra que la ahora llamada “Enfermedad de intolerancia sistémica al esfuerzo”, presenta al menos 51 biomarcadores inmunológicos asociados a la enfermedad, después de adecuar en las personas investigadas –medio millar- los patrones de estrés, influencia inmunitaria, edad, sexo y demás.

“Efectivamente ahora tenemos pruebas que confirman, lo que millones de personas con esta enfermedad ya saben, que esta condición no es psicológica. Los primeros resultados nos permitirán en ese sentido acelerar el proceso de establecer el diagnóstico, así como el descubrimiento de nuevas estrategias de tratamiento”, afirmó Mady Honing, Jefe del equipo investigador en la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia.

Buscando las claves que desencadenan la disfunción

Los especialistas demostraron que los niveles en sangre de algunos elementos vinculados a la inmunología corporal, aparecieron en todos los casos en que las personas habían sido diagnosticadas. Para los biólogos existe ahora “evidencia inequívoca de la disfunción inmunológica”, según publican. También cuentan así con biomarcadores de diagnóstico y se preparan para abordar el problema de fondo de la cuestión: ¿Por qué se desencadena la disfunción?

Los técnicos suponen que la respuesta defectuosa en el sistema inmunitario, podría causar inflamaciones en el sistema nervioso, lo que a su vez genera el tipo de cansancio intenso y continuo que no se alivia con el descanso. En algunos casos se ha detectado que el virus de Epstein-Barr, o el virus de herpes humano tipo 6, desencadenan los síntomas de la fatiga crónica, pero hay muchos pacientes que no tienen esos virus y sin embargo sufren la patología.

El síndrome, que se detecta con más frecuencia en mujeres, particularmente entre los 30 y los 50 años, presenta originalmente síntomas similares a la gripe y abarca desde dolores musculares a migrañas y fatiga extrema, e incluso irritabilidad, fiebre y falta de memoria,  los que persisten durante más de seis meses.

A la fecha no existe una cura para el síndrome de fatiga crónica y los médicos buscan aliviar los síntomas, con medicamentos que se han mostrado positivos para el caso de los pacientes a quienes la patología los condujo a la depresión, pero sin mayores resultados en la parte física del asunto.

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