Salud general

Infecciones causadas por bacterias multirresistentes

Éstas se presentan como uno de los principales problemas en el paciente crítico; un porcentaje considerable de las personas que ingresan a Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) es portador de una infección -alrededor del 20%-, y un porcentaje aún mayor desarrolla infecciones durante su estancia en este tipo de asistencia -el 31,8%- que están vinculadas, sobre todo, a las terapias invasivas características de las mencionadas Unidades. Además, a esto se debe sumar el uso intensivo de antimicrobianos potentes y de muy amplio espectro típicamente multirresistente. Por lo tanto, es de suma relevancia que te mantengas informado y, por este motivo, SUAT te acerca todos los datos actualizados en referencia a la temática planteada.

En este tipo de infecciones existe una diversidad de factores que contribuye a su peor pronóstico y mayor mortalidad; sin embargo, un factor decisivo dentro de este grupo es, sin dudas, el alto nivel de resistencia a los antimicrobianos observado en muchos de los patógenos más frecuentes implicados en las infecciones adquiridas en UCI. En este marco, la respiratoria se presenta como la primordial en el momento del ingreso, así como también la principal adquirida en UCI -mientras que el segundo lugar lo ocupa la infección urinaria vinculada al catéter-.

Gérmenes responsables

Desde el punto de vista de la etiología, a nivel global las Pseudomonas Aeruginosa, Escherichia Coli y Staphylococcus Aureus actúan como los microorganismos más habituales en la infección en el paciente crítico, aunque su orden de prevalencia varía según la localización del foco infeccioso.
P. Aeruginosa y S. Aureus causan cerca del 20% de las neumonías relacionadas con la ventilación mecánica -entre 20 y 40% de resistencia a la meticilina-, seguidos de Acinetobacter Baumannii con aproximadamente 8 a 10%, y E.Coli que registra de 5 a 8%. En la infección urinaria ligada al catéter predomina claramente E. Coli -entre el 25 y el 30%-.
La presencia de fracaso terapéutico en las infecciones por enterobacterias ha dirigido los estudios hacia los mecanismos de resistencia de esos microorganismos y se comprobó la presencia de bacterias productoras de enzimas inactivadoras de los antibióticos betalactámicos (betalactamasas). Dentro del grupo de bacterias productoras de betalactamasas se encuentran las llamadas betalactamasas de espectro extendido o las ß-lactamasas de espectro extendido (BLEE o, por sus siglas en inglés, ESBL) capaces de lograr resistencia bacteriana a las cefalosporinas de tercera generación, monobactámicos y aminoglucósidos, lo cual se traduce en un serio problema en cuanto al tratamiento de las sepsis nosocomiales. Las BLEE, también llamadas de espectro ampliado (BLEA), son una familia de enzimas producidas por los bacilos Gram negativos, fundamentalmente enterobacterias especialmente frecuentes en Klebsiella Pneumoniae y E. Coli, aunque también por microorganismos no fermentadores como P. Aeruginosa y otros; son capaces de dejar sin actividad a las penicilinas, las cefalosporinas de primera y segunda generación, las oximino-cefalosporinas y al aztreonam.
Se han llevado a cabo diversas investigaciones sobre la repercusión de estos microorganismos resistentes en la evolución del paciente crítico. En cuanto a estudios recientes, se determina que en infecciones respiratorias -o bacteriemias- por E. Coli, productor de BLEE, el coste del tratamiento definitivo aumenta entre dos y cinco veces y se prolonga significativamente la estancia, aunque no se incrementa la mortalidad en adultos. Otro microorganismo problemático es Acinetobacter Baumannii multirresistente; la resistencia a carbapenemas en A. Baumannii aislados de pacientes críticos se duplicó en los últimos años, pasando de 28,6% en 2003 a 58,3% en 2005. Esta resistencia parece estar mediada casi exclusivamente por betalactamasas del grupo OXA y no por metalobetalactamasas.
Un microorganismo problemático ya clásico por su facilidad para desarrollar multirresistencia es Pseudomona Aeruginosa; sin embargo, las cifras de multirresistencia en P. Aeruginosa aislada de pacientes críticos no registran grandes variaciones en los últimos años. Los datos
disponibles muestran porcentajes de resistencia, tanto a la ceftazidima como al ciprofloxacino y al imipenem, que tienden a estabilizarse entre 25 y 30.

Probablemente, la multirresistencia es el gran problema que se debe combatir en los patógenos implicados, con mayor frecuencia, en infecciones referidas a pacientes críticos. El control del alcance de esta multirresistencia es quizás uno de los desafíos fundamentales en este momento en relación con la infección en este tipo de pacientes.

Dr. Óscar López
Médico de SUAT

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