El vino tinto ayuda en las dietas para bajar de peso al mejorar los trastornos metabólicos
Científicos de la Universidad de Oregón (EE.UU.) publican en el último número del Journal de Bioquímica y Nutrición de ese país, los resultados de una investigación que relaciona las dietas para bajar de peso, con la ingesta de vino tinto, concluyendo que, contrariamente a lo que se piensa en general, una copa (y hasta un par) podrían ser beneficiosas en ese sentido.
Los investigadores realizaron estudios sobre los trastornos metabólicos que se asociación al exceso de peso (como el hígado graso, por ejemplo), y concluyeron que cuatro de los químicos naturales del vino, de variedades moscatel del sudeste norteamericano, tiene fuerte incidencia en la recuperación del normal metabolismo en células grasas hepáticas.
Los científicos han puesto especial énfasis en el ácido élagico polifenólico que reduce el proceso de crecimiento de las células grasas, e incluso parece detener la aparición de otras nuevas de este tipo, impulsando al metabolismo para que recomponga su accionar sobre los ácidos grasos en las células hepáticas.
Los nutricionistas que participaron del trabajo apuntan que si bien el hecho no tiene incidencia en bajar de peso, colabora en la quema de grasas y evita la aparición de nuevos núcleos grasosos hepáticos.
Los benficios del vino tinto se multiplican
El descubrimiento viene a aumentar la larga lista de beneficios que el vino tinto, en cantidad moderada, implica a la hora de mantener en su mejor estado al organismo según coinciden cada vez más los estudiosos.
La prevención de las enfermedades al corazón, la mejora en los procesos digestivos, su actividad antibacteriana, la disminución de las alergias, y el mantenimiento de la relajación, aparecen en la primera línea de las ventajas que implica el consumo moderado del vino tinto.
Los más entusiastas afirman que sus vitaminas disminuyen las consecuencias del paso de los años, disminuyendo las inflamaciones, manteniendo la piel más tersa y mejorando la circulación cerebral.
Sus oligoelementos, minerales, y vitaminas conforman aportes importantes para la dieta mínima necesaria y saludable, y se afirma que controla además las infecciones urinarias, disminuye el riesgo de hemorroides y evita la formación de cálculos renales.
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