Salud general

Las dietas sin supervisión médica

La sociedad actual posee problemas de salud muy importantes relacionadas al peso: la obesidad y el sobrepeso. Los métodos para abordarlos son difíciles porque en la mayoría de las oportunidades se culmina en un rotundo fracaso o en éxitos extremadamente efímeros. Con el correr de los años se ha tomado conciencia sobre la obesidad porque antes era considerada una cuestión de estética y hoy en día ha tomado la dimensión de enfermedad crónica -la cual acarrea graves consecuencias-. A pesar de este cambio de concepción, gran parte de los tratamientos están dirigidos a resultados basados en la reducción de peso -y si es rápido, mejor-.

Las dietas y sus consecuencias

A lo largo de la vida de la persona que padece obesidad se va sumando una serie de intentos para bajar de peso; como resultado, se obtienen descensos -más o menos exitosos- que van seguidos por un aumento progresivo y hasta se llega a sobrepasar el peso inicial. De esta forma, se crea un círculo vicioso que genera cada vez más angustia, resignación y frustración en la persona que lo padece.

Por otra parte, la evolución de la tecnología -además de la comodidad- hace que el ser humano permanezca cada vez más tiempo quieto; es así que se reduce el gasto energético y esto es potenciado con el fácil acceso a alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares refinados. En este contexto, a la persona se le dificulta consultar con profesionales sobre el tema. Muchas veces los especialistas no llegan a comprender y apoyar de manera efectiva a estas personas. Por consiguiente, queda un espacio vacío que se presta para las «soluciones mágicas» en relación al descenso de peso; este tipo de dietas mezclan mentiras con medias verdades y nunca hay que minimizar el tema , porque el negocio de las dietas milagrosas puede llegar a generar varios millones de dólares anuales a nivel mundial, mientras las personas no consiguen resultados favorables.

Desde el punto de vista médico, realizar dietas sin supervisión para descender peso tiene el mismo significado que automedicarse . Se ha comprobado que diversas dietas restrictivas, en la etapa de la adolescencia, pueden originar en el futuro graves trastornos de la alimentación -anorexia y/o bulimia-. Hasta el 38% de las jóvenes -de entre 12 y 21 años- se someten, por lo menos, a una dieta de este tipo al año. Por otro lado, se estima que de todas las personas que inician un plan de reducción de peso, solamente el 20% acude al médico para consultar. A esta realidad descrita se suma que al analizar las búsquedas de Google, por ejemplo, queda evidenciado que dentro de los temas más frecuentes están los relacionados con las dietas, el control de peso y la obesidad. En este punto, es esencial aclarar que no toda la información que aparece en Internet es cierta, se debe tener especial cuidado con este asunto.

Las dietas «milagrosas»

Existe la de Dukan -sobrecarga de proteínas-, también está la de la sopa -la persona deja de ingerir nutrientes esenciales-, la dieta de la «clínica Mayo» -la que propone un consumo diario de entre 600 y 900 calorías-, la dieta Montignac -ésta restringe la ingesta de hidratos de carbono-, la dieta de Atkins -hiperproteica con restricción de legumbres y vegetales-, la Antidieta -no importa tanto la calidad de los alimentos, pero sí cómo se combinan- y la dieta Scardale -rica en proteínas y pobre en carbohidratos-. Todas las planteadas anteriormente tienen algo en común: no se pueden realizar por muchos días porque producen graves desequilibrios en el medio interno, se pierde masa muscular, iones y agua. El organismo, que está diseñado genéticamente para ahorrar energía, «se acostumbra» a trabajar con un régimen de bajas calorías y, al poco tiempo, el descenso de peso se «estaciona» y ante la más mínima transgresión se gana peso.

En definitiva, se puede concluir que la obesidad es un problema grave y complejo que involucra cada vez a más personas. Lo más importante es entender que no existen soluciones mágicas para problemas reales. Los verdaderos cambios requieren lo siguiente: un proceso de transformación personal, la modificación de los hábitos alimentarios y de las pautas de actividad física, así como contar con el apoyo de profesionales especializados en el tema. Además, es esencial tener presente que los planes para la pérdida de peso demandan un largo período de tiempo, en el cual la persona logra esa confianza y autoestima necesarias para llevar a cabo los cambios posibles y realistas.

SUAT te recomienda que consultes con un médico si buscas bajar de peso para obtener buenos resultados a largo plazo, además de un cambio de estilo de vida y evitar graves problemas de salud.

Dra. María Dutra
Médica de SUAT

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