Avances de máximo nivel en el Día Mundial de la Espina Bífida 2014, cuya causa sigue siendo una incógnita
La espina bífida es una enfermedad grave, producida por una malformación congénita en el embarazo, considerada prevenible y ahora con mayores expectativas de supervivencia adecuada ante nuevas técnicos quirúrgicas.
Durante la segunda y tercer semana de gestación se produce un defecto en el crecimiento del tubo neural –un canal que se cierra para permitir que se forme el sistema central del futuro bebe- lo que produce graves problemas al sistema nervioso del por nacer particularmente en su aparato genitourinario y en el locomotor.
Si bien existen pruebas suficientes para recomendar a las embarazadas aumentar las dosis de ácido fólico en su dieta desde el comienzo de la gestación, e incluso antes si han decidido que aumentarán la familia, siguen siendo necesarias la ecografía y los estudios de alfafetoproteína en sangre, para establecer parámetros. Los antecedentes familiares, o factores de riesgo genéticos o ambientales, hacen necesario extremar las precauciones ante esta enfermedad cuya causa exacta sigue siendo una incógnita para la ciencia.
La espina bífida no tiene cura, no obstante nuevos descubrimientos en técnicas quirúrgicas están dando una importante expectativa de recuperación en los afectados.
La técnica fetoscópica, a la cabeza de los avances en el tema
El Hospital Universitario Vall d´Hebron, de Barcelona, ha desarrollada recientemente una nueva técnica llamada fetoscópica con la que ha operado a fetos con espina bífida, a través de dos pequeños orificios realizados en el útero materno. Los técnicos han logrado con esta cirugía menos invasiva y peligrosa, disminuir la prematuridad de los bebés, así como de las secuelas y malformaciones habituales en esta patología.
El principal avance está en la reducción de lo anticipado del parto, en tanto con la cirugía convencional los bebes nacían con menos de 34 semanas de gestación, a ser irritado el músculo uterino. Las intervenciones convencionales implicaban abrir el útero materno como si fuera una cesárea y corregir el defecto quirúrgicamente. Con las nuevas técnicas se ha logrado minimizar el deterioro de los nervios en el bebe, así como la hidrocefalia.
La espina bífida es la segunda causa de discapacidad en la infancia.
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