Actualidad

Día mundial de la diabetes y sus aspectos epidemiológicos

El 14 de noviembre se conmemora el Día mundial de la diabetes. Por esta razón, SUAT te informa sobre esta enfermedad que no hace ningún tipo de distinción de edad, ya que afecta tanto a niños como adultos. En esta oportunidad se hará hincapié en la realidad uruguaya.

En primer lugar, cabe mencionar que la diabetes mellitus (DM) es un proceso crónico que se caracteriza por alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono -azúcares-, proteínas y grasas. Los mecanismos por los cuales se producen estas alteraciones están relacionados con un defecto de la producción y/o liberación de la insulina o con la existencia de resistencia periférica a la acción de esta hormona. La disminución del efecto de la insulina acarrea una serie de importantes cambios bioquímicos y fisiológicos de los cuales el aumento de la glucemia -hiperglucemia- es la más conocida. Estos cambios metabólicos van seguidos de una serie de modificaciones de la fisiología normal de algunos órganos; un ejemplo de esto son los cambios a nivel renal, de la conducción nerviosa y de la retina. Todas esas alteraciones son potencialmente reversibles si se corrige el estado metabólico modificado; en caso contrario, éstas conducen a lesiones anatómicas irreversibles que aumentan la morbilidad y la mortalidad.

Datos epidemiológicos mundiales y de Latinoamérica

El crecimiento de la enfermedad a nivel mundial es especialmente alarmante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el número de nuevos casos de diabetes se duplique en los próximos 25 años; pasará de 135 millones a 300 millones. Aproximadamente el 10 % de todos los hispanoamericanos -dos millones- tiene diabetes. Los habitantes de América Latina tienen una probabilidad dos veces mayor de padecer esta enfermedad en comparación con los que no son hispanos. La obesidad y la inactividad física se presentan como los principales factores de riesgo de diabetes entre este grupo poblacional.

Situación uruguaya

Está comprobado que el 8,2% de la población uruguaya es diabética. De esta cifra se sabe que el 20% desconoce su padecimiento. Además, existe otro 8% de los habitantes que tiene grandes probabilidades de sufrir esta enfermedad. Por este motivo los estudios de prevalencia sitúan en 16,2 el porcentaje de uruguayos con diabetes; es decir, alrededor de 534.600 personas. Sin embargo, existen diferencias inexplicables entre países o ciudades que tienen las mismas condiciones sociales, económicas y alimentarias: la mortalidad por diabetes en los últimos años ha oscilado entre el 12 y 14 por cada cien mil en Uruguay y entre el 6 y el 8 por cien mil en Argentina.
La diabetes es muy poco frecuente en individuos menores de 20 años aunque aumenta ligeramente hasta los 40 y se hace muy frecuente entre los 50 y 70 años. En la mayoría de las estadísticas casi el 50% de los casos han comenzado entre los 40 y 60 años. Dentro de la diabetes infantojuvenil, la mayor incidencia se encuentra entre los 10 y 15 años, correspondiendo con la edad puberal.
La frecuencia de la diabetes es casi la misma en los dos sexos por debajo de los 30 años. Después de los 40 la diabetes predomina netamente en el sexo femenino, lo cual se puede atribuir a las siguientes causas:

  • Una mayor proporción de mujeres en la población.
  • Influencia de trastornos hormonales en la edad crítica.
  • Obesidad más frecuente y acentuada en la mujer.
  • Vida más sedentaria.
  • Sobrevida más prolongada en el sexo femenino.

Cuando las condiciones económico-sociales obligan a la mujer a realizar las mismas tareas que el hombre la diabetes disminuye en el sexo femenino; este hecho se observa especialmente en las zonas rurales.
En cuanto a la raza, no se conoce bien la influencia de ésta sobre la diabetes. En general, parece que la raza blanca tiene mayor predisposición aunque la mortalidad por diabetes es mayor en las mujeres de raza negra después de los 40 años.
Ciertos grupos étnicos son más susceptibles a desarrollar la diabetes tipo II y son varios los factores de riesgos que contribuyen a ese patrón:

  • La diabetes gestacional . Las mujeres que desarrollan esta diabetes durante su embarazo tienen una probabilidad del 50% de desarrollar la diabetes tipo II pasados unos 20 años después del embarazo.
  • La hiperinsulinemia y la resistencia a la insulina . La hiperinsulinemia o los niveles de insulina en ayunas más elevados de lo normal puede llevar a la diabetes.
  • La obesidad . Es el principal factor de riesgo para la diabetes tipo II.
  • La inactividad física . La ausencia de ejercicio físico puede culminar en esta enfermedad.

Continuando con la distinción por raza, los afro-americanos tienen dos veces más de probabilidades de desarrollar diabetes que las personas blancas.
Por otra parte, cuando se toma en cuenta la ubicación y ocupación se obtiene la siguiente información: la proporción de los diabéticos aumenta en los centros de población más densa. Los factores que influyen en una mayor difusión en Uruguay son los socio-económicos. Los uruguayos disfrutan de un nivel de vida alto y buenas condiciones nutricionales, especialmente en Montevideo. En la capital del país los salarios son más elevados y los alimentos más abundantes, además existen mayores oportunidades para el incumplimiento de las normas de una alimentación ordenada. La consecuencia de esa conducta es el aumento del índice de obesidad. Es así que Uruguay posee la tasa más alta de mortalidad dentro de Latinoamérica: oscila entre el 12 y 15 por cada cien mil habitantes en el último decenio. Las cifras más elevadas corresponden a Montevideo.

Epidemiología en los ancianos

El subtipo II de DM es la que se observa en forma mayoritaria en este grupo etario -95%-. Si bien existen pocos datos sobre la epidemiología exacta de esta enfermedad en los ancianos, la mayor parte de esa información habla de manera consistente de un incremento de la incidencia -casos nuevos- mientras avanza la edad. Los números que se manejan van desde 0.5 casos cada mil personas al año en población de entre 20 y 29 años hasta siete casos cada mil personas al año para el rango de edad comprendido entre 70 y 79. El 25% de los nuevos casos se produce entre los 65 y 74. Por otro lado, la prevalencia -número total de casos- se incrementa en forma significativa a medida que avanza la edad y alcanzando valores cercanos al 20%. La cantidad total de ancianos diabéticos va a aumentar en un futuro cercano y más aún si se tienen en cuenta los casos de diabéticos no diagnosticados, ya que más de la mitad de las personas con diabetes ignoran que la padecen . El porcentaje que experimentará una elevación más aguda será el de los mayores de 85 años. La prevalencia de diabetes en los mayores de 65 años es 10 veces más alta que en menores de 45. En poco tiempo más de la mitad de los diabéticos del mundo occidental serán mayores de 65 años.
Las complicaciones agudas son cada vez menos frecuentes pero las que son crónicas, en especial las vasculares, dominan el cuadro. Puede afirmarse que la diabetes es una enfermedad de base endocrina con consecuencias y manifestaciones cardiovasculares . Desde el advenimiento de la insulina esta enfermedad pasó de ser mortal y con corta evolución para convertirse en una patología crónica y de muy larga evolución. Sin embargo, dado que la salud en el anciano se valora en términos de función no se puede dejar de mencionar que la diabetes en este tipo de paciente se asocia con la pérdida de capacidad; la prevalencia de discapacidad es cercana al 66%. Por eso es imprescindible hacer una valoración funcional en este grupo etario que persiga los siguientes objetivos: realización de una valoración pronostica de la expectativa de vida total y activa del individuo, evaluación de la necesidad de cuidados y puesta en práctica de un plan diagnóstico y terapéutico. Cabe destacar que junto a la valoración funcional hay que hacer una adecuada evaluación del estado del humor, el riesgo de caídas así como también de cualquier otro tipo de enfermedad con potencial impacto sobre la expectativa o calidad de vida. Algunos datos a tener en cuenta: la alteración cognitiva leve afecta al 20%, la disfunción moderada o grave al 10% y la prevalencia de variación del humor oscila entre el 15 y 4 % -dependiendo del método utilizado para su detección-.

Los datos son alarmantes por lo que esta enfermedad debe ser abordada con precaución y rapidez para poder realizar una detección temprana. Una vez más te recordamos que la mejor medida para el día a día es la implementación de un estilo de vida saludable mediante ejercicio físico y una alimentación balanceada.

Más artículos sobre diabetes:

  • //www.suat.com.uy/consejo-medico/152-diabetes-en-el-anciano/
  • //www.suat.com.uy/consejo-medico/198-diabetes-y-nutricion/
  • //www.suat.com.uy/otro-consejo/18-diabetes-en-la-infancia/
  • //www.suat.com.uy/consejo-medico/86-diabetes-en-la-adolescencia/

Dr. Oscar López
Médico de SUAT

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje