Medidas preventivas

Lavado de manos

Esta medida de higiene se presenta como un valioso método para prevenir enfermedades infecciosas en el hogar. Es un recurso simple, económico y accesible a todo el núcleo familiar. A nivel hospitalario se ha demostrado que es el mejor instrumento para disminuir la incidencia de infecciones cruzadas -es decir, transmisión entre enfermos o entre estos y el personal sanitario-. Si se trasladan estas consideraciones a la vida cotidiana cabe hacer hincapié, en los más pequeños, sobre la importancia de realizar un adecuado lavado de manos. Y no existe nada mejor que predicar con el ejemplo ; si los niños ven a los adultos hacerlo en forma rutinaria ellos también terminarán por incorporarlo como una práctica diaria más. Es de suma importancia aplicar este método de aseo tanto en el hogar como en los centros de enseñanza o guarderías.

Forma correcta de higienización

  • Usar agua fría o tibia.
  • Humedecer las manos antes de aplicar el jabón.
  • Refregar las manos enjabonadas por al menos 10 segundos.
  • Enjuagar minuciosamente ambas manos hasta que estén totalmente libres de jabón.
  • Secar las manos con cuidado. Fuera del hogar se recomienda emplear toallas de papel o secadores de aire caliente y en el hogar conviene cambiar las toallas con periodicidad.

Frecuencia y recomendaciones

El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) considera el lavado de manos especialmente importante en las siguientes situaciones:

  • Luego de tocar animales o elementos que estos usen -comederos y correas, por ejemplo-.
  • Cuando las manos estén sucias.
  • Cuando alguien del entorno está enfermo.

Otras ocasiones que lo ameritan es cuando se usa el baño; esto vale para todos los integrantes de la familia y, especialmente, los niños. Lo mismo debe hacerse antes de comer, preparar alimentos y/o tocar cualquier objeto que pueda contaminar las manos. En realidad hay que realizarlo más a menudo de lo que se suele pensar o hacer. Dado que las bacterias y otros gérmenes no se ven a simple vista implica que pueden estar en cualquier lado.
El lavado de manos es, generalmente, suficiente para la mayoría de las situaciones diarias. Se aconseja emplear soluciones desinfectantes para una limpieza más profunda en la cocina -lugar en el que se colocan alimentos crudos-, los baños y los cambiadores. Pueden utilizarse los desinfectantes que están a la venta en supermercados pero hay que asegurarse que sean de uso doméstico y no industrial. Es necesario leer con cuidado las etiquetas y respetar las instrucciones del fabricante. Nunca utilizar productos de uso industrial para diluirlos en casa porque las concentraciones resultantes pueden ser tóxicas o afectar severamente la piel o mucosas. Cualquiera sea el desinfectante, hay que guardarlo en lugares fuera del alcance de los niños. Una medida muy útil es no colocar productos de limpieza en botellas o envases de bebidas cola porque los niños las pueden confundir e intentar consumirlas.
La enseñanza es la mejor herramienta. SUAT promueve el lavado de manos en forma rutinaria. Con una simple medida se pueden evitar graves problemas.

Dr. Rafael Decuadro
Pediatra SUAT

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