Cannabis ayuda a reducir dolores en pacientes con diabetes

El cannabis y el dolor neuropático

La neuropatía puede manifestarse en forma de debilidad, pérdida de sensibilidad, movimientos involuntarios como tics y también sensaciones de quemazón, congelación u otras formas de dolor extremo. Habitualmente, la neuropatía también puede provocar alodinia, una sensación de dolor causada por un estímulo que no suele provocar dolor y, en casos graves, el ritmo de crecimiento de nuevo tejido nervioso puede ralentizarse o incluso detenerse.

Se ha demostrado que el cannabis ejerce una influencia importante en la neuropatía relacionada con la diabetes. Un estudio de 2009 sobre los efectos benéficos de Cannabis sativa sobre neuropatías inducidas por la diabetes demostró que, en las ratas, un tratamiento repetido con extracto de cannabis tenía un efecto importante en la alodinia relacionada con la diabetes y restablecía la percepción térmica normal para que dejaran de detectar la sensación de calor como quemazón. Además, después del tratamiento recuperaron el ritmo de crecimiento nervioso normal.

En los hígados de personas diabéticas, los niveles de un antioxidante conocido como glutatión son menores que en los individuos sanos; algunos diabéticos toman suplementos de glutatión (o sus precursores, la cisteína y la glicina) para incrementar su presencia en el hígado. Este estudio indicó que el extracto de cannabis aumentaba los niveles de glutatión y reducía el ritmo de peroxidación lipídica en el hígado (la degradación oxidativa de los lípidos en las membranas celulares, que a largo plazo puede provocar daños en los tejidos hepáticos). Así pues, los investigadores concluyeron que el cannabis protege contra el daño oxidativo que conduce a la neuropatía.

Sin embargo, debe seguir investigándose la relación entre el consumo de cannabis y la neuropatía en seres humanos. En 2009, un ensayo clínico doble ciego sobre la eficacia del fármaco Sativex como tratamiento para la neuropatía relacionada con la diabetes demostró que la medicación con base de cannabis no era más eficaz que el placebo a la hora de mejorar los síntomas del dolor.

La diabetes y las sustancias ilícitas

Aunque algunas encuestas han indicado que las personas diabéticas consumen sustancias ilegales con una frecuencia ligeramente menor que la población general, los que lo hacen pueden poner en riesgo su salud de otras formas que éstos últimos no necesitan considerar. Además de que se considera que los efectos de algunas sustancias ilegales (especialmente la cocaína, los opiáceos y el éxtasis) aumentan el riesgo de sufrir un coma diabético, se cree que los individuos que consumen sustancias ilegales habitualmente a menudo carecen del autocontrol necesario para mantener unos regímenes de tratamiento correctos.

Aunque no existan muchos informes sobre los efectos negativos que puede tener el cannabis más allá de los ya experimentados por las personas diabéticas, en aquellas zonas en las que su consumo es ilegal aumentan las probabilidades de que los fumadores de cannabis también consuman otras sustancias ilegales más peligrosas. Si el cannabis es eficaz contra algunos síntomas de la diabetes, es todavía más importante legalizar y regular su uso para que pueda formar parte de un plan de tratamiento legítimo, separándolo de otras sustancias ilegales, reconociendo así los menores perjuicios que éste provoca.