Consumir tomates en cualquier forma disminuye el riesgo de cáncer de próstata
Científicos británicos concluyeron un estudio que revela al tomate como uno de los mayores preventivos para el cáncer más común entre los hombres: el de próstata.
Expertos de las universidades de Cambridge, Oxford y Bristol revelan un trabajo que muestra una reducción de hasta el 18% en el peligro de sufrir cáncer de próstata, entre quienes consumen al menos diez porciones de tomate a la semana, sin importar de que modo es ingerido: fresco, en conserva, triturado, o en salsa, incluyendo la pizzera.
El trabajo estadístico se basó en el estudio de más de 1.800 varones entre 50 y 69 años que habían sufrido la afección oncológica, contra una población “testigo” superior a los 12.000 hombres que no tuvieron esa patología.
La incidencia de la dieta frente al cáncer prostático
El trabajo que se publica en la revista médica Cancer Epidemiology, Biomakers and Prevention, es el primer que evalúa estadísticamente la posibilidad de prevención del cáncer de próstata mediante una dieta adecuada, basada en aumentar los microcomponentes que se considera reducen el riesgo.
El calcio, el selenio, y los alimentos ricos en licopeno, un antioxidante de primer orden, han revelado ser determinantes en esta prevención: los tomates no solamente poseen de los tres, sino que están entre las hortalizas que más niveles de concentración de los mismos tiene, en el reino de los vegetales.
Sobre esa base, y pese a que aún pretenden realizar más estudios que ratifique absolutamente sus convicciones primarias, los científicos universitarios recomiendan aumentar la cantidad de frutas y verduras en la dieta para evitar afecciones oncológicas de este tipo, además de mantener un peso saludable, en función del ejercicio físico periódico, más que en la realización de dietas de adelgazamientos, aunque sin descartarlas de plano.
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