BIOLOGÍA

El envejecimiento prematuro está pautado en la herencia por vía materna

La síntesis absoluta sería: quien hereda de su madre mutaciones en el ADN mitocondrial, poco podrá hacer para evitar envejecer a edad temprana.

El ADN mitocondrial transmitido por la madre aportan una carga mutacional inicial.

Científicos del Instituto Max Planck, en Colonia, Alemania, llegaron a la conclusión que ciertas mutaciones en el ADN mitocondrial, que se transmite en la línea materna de cada uno de nosotros, será determinante en el caso de la degradación de algunos tejidos, por ejemplo, del hipocampo cerebral, sede de la memoria. Las mutaciones somáticas –es decir, las que ocurren durante nuestra vida- serán incidentes sin duda, pero de combinarse ambas, el envejecimiento irá mucho más de prisa.

Entre los 20.000 genes que tenemos, medio centenar no está en el núcleo de las células, sino en las mitocondrias, unos órganos ínfimos que son fábricas energéticas. Las mutaciones de los genes mitocondriales, afectan los órganos que más energía demandan, como los músculos y el cerebro. Las mitocondrias llegan a cada uno en el material celular del óvulo y es por ello que su ADN se transmite en línea materna.

En laboratorio el ADN mitocondrial determinó el futuro

La genética en animales de laboratorio, permitió a los científicos alemanes desarrollar  mutaciones en el ADN que transmite la madre, el mitocondrial concretamente, con lo que inducían a envejecimientos prematuros, en todos los casos. Más allá de lo que ocurriera con los otros 20.000 genes del genoma nuclear, y conservándolos en perfecto estado, las malformaciones cerebrales devinieron en función del ADN de la línea materna.

Si el animal hereda mutaciones mitocondriales, el trabajo que resta a las mutaciones somáticas durante el degeneramiento del cuerpo con los años, es mucho menor, con lo que además los clones defectuosos aumentarán en cantidad y en tamaño.

“Los primeros resultados demuestran que las alteraciones del ADN mitocondrial transmitidas por la madre aportan una carga mutacional inicial sobre la que la mutagénesis somática actúa después. Inclusive unos bajos niveles de mutación transmitida por la línea germinal –la línea de los óvulos- puede tener autónomamente  consecuencias para toda la vida de la progenie y causar un envejecimiento prematuro”, concluyó el equipo investigador, según publica la revista Nature.

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