Consumo de cafeína y gaseosas limita el desarrollo cerebral en los niños

La pauta obedece a que la cafeína reduce la cantidad de sueño profundo que debe cumplir cada noche el cerebro, en tanto ese período es catalogado cada vez más como vital para las neuronas. El fenómeno afirman que va incluso más allá de la infancia y alcanza a la pubertad cuando los cerebros alcanzan una mayor velocidad de maduración.

Las cantidades de bebidas cola, así como de otras novedades “energizantes” en el mercado, además del consumo en aumento de café algo que no existía casi entre niños y adolescentes décadas atrás, está incidiendo directamente en el problema aseguran los técnicos.

Universidad del Hospital de Niños de Zurich se suma al tema

Los estudios llevaron a que los científicos de la Universidad del Hospital de Niños de Zurich, se abocaran a traspolar en laboratorio los procesos que se sugerían como dañinos. Los cobayos, con 30 dias de edad –correspondiente a la pubertad humana- demostraron una reducción significativa en los niveles de sueño profundo, así como retrasos en el desarrollo cerebral. Los períodos de sueño profundo, caracterizados por ondas muy lentas, casi desaparecieron durante el tiempo en que se les administró cafeína, y más aún, luego de suspenderles la dosis, los animales demoraron once días en recuperar sus ciclos naturales de descanso profundo.

La evolución cerebral de los cobayos también mostró cambios: si bien con la edad se tornan más curiosos, los dosificados con cafeína, crecieron más tímidos y cautelosos.

Los especialistas apuntan ahora a determinar si existen vínculos entre la falta de sueño profundo y el eventual desarrollo de enfermedades mentales ocasionadas por las circunstancias estimulantes.