Colesterol duplica número de pacientes en EE.UU. por cambio en política sanitaria
La Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Colegio Americano de Cardiologia (ACC), resolvieron un cambio drástico en la dirección de sus políticas sanitarias en relación con el colesterol que presentan los pacientes, según una declaración conjunta emitida este lunes.
Las entidades coincidieron en que para determinar que ha llegado la hora de reducir el colesterol e iniciar algún tratamiento, las personas no deberán referir únicamente por sus niveles en sangre, sino además, por otros factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, o diabetes.
El nuevo enfoque duplicará en principio el número de personas que deberán ser tratados para reducir el colesterol, en tanto se lo considera un abordaje “integral” más allá de los valores cuantitativos que detecten los análisis y que a su vez establecerá si el paciente debe ser tratado solamente con fármacos o además deberá hacer cambios en su estilo de vida.
Las estatinas: nuevos protagonistas clave de una lucha frontal
La nueva guía de consulta para los médicos que se preguntan si deben tratar a un paciente con estatinas –el fármaco cada vez más indicado en Estados Unidos para bajar el colesterol– apunta a responder cuatro preguntas clave que determinen lo qué hacer.
La persona: 1º) ¿Padece enfermedades del corazón ?; 2º) ¿Tiene diabetes tipo 1 o 2 ?; 3º) ¿Es su nivel de colesterol LDL superior a 190 ?; 4º) ¿Es su riesgo de sufrir un ataque cardiaco en los próximos 10 años mayor del 7,5%?” –esto último acorde a las guías que dan fórmulas para establecer el riesgo-. La respuesta afirmativa a cualquiera de estas cuatro interrogantes condiciona que la personas deberá ser tratada con estatinas más allá de cambiar hábitos de vida.
Las estatinas son el grupo de fármacos con que se trata a pacientes con hipercolesterolemia (alto colesterol) y pueden desarrollar ateroesclerosis o sufrir patologías cardiovasculares.
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