SEXOLOGÍA

El sexo hace más inteligentes a quienes lo practican… con una pareja nueva

La investigación sobre si los estímulos a que está sujeto el cuerpo durante la práctica sexual, llevados a frecuencias mayores, tienen alguna incidencia en la oxigenación, pero también en el funcionamiento de las neuronas, es una de las preguntas que muchos científicos se han hecho a lo largo de los últimos años en materia sexológica.

Foto: ivillage.com

Ahora los investigadores de la actividad sexual, coinciden en que efectivamente la hipótesis que las prácticas sexuales nos “hacen más inteligentes” tienen algún asidero, aunque para los monógamos el descubrimiento puede resultar algo complicado. Además de la práctica sexual, lo que parece estimular más la inteligencia es que las parejas con las que se practique no sean siempre las mismas.

Los cobayos de laboratorio son el primer paso

En los trabajos realizados con animales de laboratorio, los investigadores plantearon si había cambios en las estructuras neuronales del cerebro, así como en las funciones del hipocampo, en relación con la actividad sexual. La mitad de los cobayos empleados en el experimento, mitad machos y mitad hembras, tenían relaciones sexuales una vez solamente, a un segundo grupo se le permitía tener relaciones todos los días durante dos  semanas. Las ratas con mínima vida sexual tenían alto nivel de estrés, mientras que la que practicaban todos los días, tenían menor índice y mejor reproducción neuronal.

El factor de crecimiento nervioso, una neurotrofina relacionada al crecimiento de las neuronas, -extrapolado a humanos- apareció también en mayor grado en análisis realizados a personas que recientemente habían conformado pareja, lo contrario de lo que ocurría entre quienes estaban solos, pero también quienes venían de una relación larga.

Con nueva pareja o una relación incipiente, los niveles de neurotrofina eran altos, pero iban bajando y haciendo descender el crecimiento neuronal cuanto más tiempo se estaba con esa persona.

Los científicos afirman que llegar a conclusiones definitivas es harto prematuro pero que sin dudas, los mejores niveles hormonales, menor presión arterial y menores rasgos de demencia incipiente entre quienes practican el sexo frecuentemente, deben alentar expectativas positivas en materia del mejor funcionamiento cerebral.

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