Estados Unidos

Autoridades indagan vínculo de diagnóstico infantil masivo y auge de laboratorios

En un 53% aumentaron los diagnósticos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en los niños de Estados Unidos durante los últimos diez años, de acuerdo al Centro de Prevención y Control de Enfermedades. El porcentaje significa que seis millones y medio de estadounidenses, entre cuatro y diecisiete años, han padecido el trastorno y las dos terceras partes del total, han sido medicados.

Foto: kidswithcolitis.com

El TDAH es una patología que comienza en la infancia y cuyos síntomas son la falta de control de los impulsos, ausencia de pautas de atención, hiperactividad y exceso de movimiento. Se entienden que un desequilibrio en los niveles químicos del cerebro, la produce, aunque se desconocen las causas y se medica para evitar las consecuencias, sin comprenderse aún totalmente qué origina el fenómeno.

En Estados Unidos, uno cada diez escolares y uno cada cinco en Secundaria, han sido ya diagnosticados con TDAH, y dos tercios fueron medicados con fármacos de los principales laboratorios norteamericanos que pasaron de facturar 4.000 millones de dólares por estos específicos en 2007, a 9.000 millones de dólares en 2012.

Autoridades investigan abuso en empleo de fármacos

Los visitadores médicos a pediatras, siquiatras y sicólogos infantiles, están de parabienes en la mayoría de los estados de la Unión: los fármacos Adderall, Ritalin, Concerta y Vynanse, han quintuplicado sus ventas en los últimos cinco años a expensas de ríos de recetas que fluyen desde la consulta al tesoro de las empresas, previo paso por el cerebro de los más pequeños.

La Comisión estatal declara ahora que “estos medicamentos pueden mejorar de forma significativa su calidad de vida, pero pueden ocasionar episodios de ansiedad, adicción e incluso psicosis. Tenemos que encontrar los medicamentos adecuados para tratar el TDAH y asegurarnos que están tratando a las personas adecuadas”, dice un comunicado emitido que apunta directamente al temor creciente de la sociedad en general: el abuso.

En Estados Unidos la publicidad de medicamentos que se expiden con receta no está prohibida, y hay una presión constante desde la televisión para que el comportamiento de los hijos responda a la expectativa de los padres, para lo que se sugiere la consulta médica.

“Existe en la actualidad cierta coacción sobre los médicos de definir si el comportamiento de los niños es anormal o no, en lugar de pensar primero en los síntomas propios de la infancia”, sintetizó el doctor Jerome Groopman, profesor de medicina en la Universidad de Harvard, en declaraciones que publica The New York Times.

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