La “resaca”, incluso con alcoholemia 0, es muy peligrosa para manejar

Las conclusiones fueron obtenidas por la cátedra de Fisiología y Biofísica de la Facultad de Medicina, en la Universidad de Buenos Aires, una ciudad donde la preocupación por alcohol y conducción es tan alta como en Uruguay: el 70% de los argentinos consumen bebidas alcohólicas.

La “resaca”, que hasta ahora se tomaba solamente como un período de recuperación con dolores de cabeza, musculares y desajustes estomacales, tiene también aspectos importantes en el trabajo cerebral.

La ingesta alcohólica reduce la coordinación neuromuscular y daña el metabolismo de las neuronas de la corteza cerebral en las 24-26 horas posteriores a la ingesta, aún cuando el nivel de alcoholemia sea cero.

La “cuerda tirante”

Mediante el experimento de “la cuerda tirante”, publicado en el American Journal of Physiology, los investigadores argentinos llegaron a las preocupantes conclusiones.
Para ello, inyectaron grupos de ratones de laboratorio con dosis de alcohol equivalentes a distintas cantidades de whisky, media botella en promedio.

Colocando al ratón al extremo de una cuerda suspendida en el aire, el animal se veía obligado a atravesar la “cuerda tirante” para llegar a la salida al extremo opuesto.
Mientras estaban bajo los efectos del alcohol, simplemente se caían.

Utilizando un espectógrafo de masa, constataron que unas seis horas después presentaban cero alcohol en sangre. Pero mientras ratones que no habían “bebido” nada pasaban por la cuerda mediante patas y cola en menos de un minuto, los que estaban “de resaca tuvieron un pésimo desempeño”: se caían, quedaban colgados y pocos lograron atravesar el espacio fijado.

“La respiración en la corteza neuronal se había reducido a la mitad: los efectos perduraron unas 24 horas”, concluyeron, señalando que ahora comenzarán experimentos similares con 300 estudiantes voluntarios.