Funcionarios de la Universidad piden a Talvi no cultivar la división entre trabajadores

Según AFFUR, el planteo de Talvi, “divisionista y oportunista, está pensado con la intención de seguir sumergiendo los salarios de los trabajadores”.

También indicaron que con ello “desconoce que el sacrificio que hace el pueblo es para beneficiar a los verdaderos privilegiados de nuestro país, como el capital financiero y las empresas transnacionales que llegan a Uruguay para apropiarse de nuestros recursos”.

Según Talvi, los trabajadores del sector privado pagan alrededor de 1.000 pesos para sostener los “privilegios” de los funcionarios públicos.

“Si lo dice por los impuestos, aclaramos que los trabajadores del sector público también pagamos el IVA cada vez que consumimos y algunos pagamos IRPF si hacemos horas extras o cuando cobramos el sueldo y el aguinaldo a fin de año. Pagamos los mismos impuestos que todos los trabajadores. A los funcionarios públicos se les despojó el salario vacacional en la dictadura como parte de su brutal ajuste de cuentas hacia los trabajadores (mediados de 1974), situación que sigue incambiada”, indicaron los funcionarios.

Según datos de la Universidad de la República, el índice de Salario Real del sector público se encuentra “por debajo del Salario Real del sector privado”.

“Los trabajadores de la Universidad ni siquiera podemos cobrar el salario acordado por Convenio Colectivo del año 2014 firmado con la Universidad por falta de presupuesto. En promedio, los funcionarios públicos ganan un poco más que los trabajadores del sector privado, diferencia que se acorta en el sector no docente de la educación. Incluso dentro del Estado hay una importante brecha salarial, allí los trabajadores no docentes estamos dentro de los más desfavorecidos”, expresó AFFUR en un comunicado.

También indican que se les hace “cuesta arriba afrontar el costo de vida y llegar a fin de mes con los gastos en comida, alquiler, transporte y servicios públicos”.

Indican que esa situación “no es responsabilidad de los trabajadores del Estado, desde hace años hay una política de techo salarial (para públicos y para privados) que ha ido entre el congelamiento y la rebaja, con un salario mínimo nacional de 15.000 pesos que tironea a todos los salarios a la baja y que hasta hace poco estuvo apenas por encima de la línea de pobreza”.

Privilegios del capital financiero

Por otro lado, AFFUR indica que “el pueblo hace sacrificios por los verdaderos privilegiados en nuestro país, como el capital financiero con las AFAP y los bancos con la bancarización forzosa del salario. Otras enormes privilegiadas son las empresas afincadas en zonas francas, las beneficiarias por la Ley forestal y por la Ley de inversiones que generan una ganancia descomunal mientras el Estado se pierde de recaudar cada año un promedio de 3.000.000.000 de dólares por exoneraciones fiscales”.

El sindicato indica que “es necesario dar un debate a fondo sobre el trabajo y el salario en el Uruguay, con un régimen privado de despido libre y donde el salario real está por debajo de los niveles previos a la dictadura”, según datos del INE.

“También nos preocupa el mensaje de no cubrir los cargos vacantes como ‘forma de ahorro’”, advierten.

Aseguran que la Universidad “hace agua por falta de cobertura de vacantes, lo que se puede ver día a día en los servicios universitarios, más aún con el crecimiento que tuvo la Casa de Estudios desde el punto de vista institucional con aumento de planta física y de oferta educativa”.

“Es necesaria una dotación de funcionarios suficiente para garantizar un servicio en condiciones decorosas tanto para los usuarios como desde el punto de vista de la salud laboral de los funcionarios. Dicha propuesta no tiene en cuenta la realidad, muchas tareas permanentes en el Estado para las cuales suele haber cargos vacantes, se cubren con tercerizaciones”, manifiesta AFFUR.

En tal sentido, el gremio interroga si “supuestamente sobran funcionarios ¿por qué se recurre entonces a las tercerizaciones para llevar las tareas adelante?”.

Los trabajadores de la Universidad expresan que lo deseable en esta campaña electoral, “es que se construyan los discursos y programas en base a propuestas sobre los problemas del pueblo, por ejemplo en cuanto al acceso a la salud, a la educación, el trabajo, la vivienda, y no sobre la base de seguir cultivando divisiones entre los trabajadores”.