Uruguay se postulará por tercera vez al Consejo de Seguridad de ONU en 2034 y 2035

Se realizó en el Palacio Legislativo la presentación del libro “Actuación del Uruguay en el Consejo de Seguridad, durante el bienio 2016 – 2017”.

Participaron: la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky; el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa; y el representante permanente ante las Naciones Unidas, Elbio Rosselli.

La obra tiene como objetivo documentar el trabajo realizado por Uruguay durante su participación como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante los años 2016 y 2017, teniendo en cuenta que su anterior participación había sido en el bienio 1965-1966.

El canciller Nin Novoa destacó en su presentación, la importancia que ha tenido para el Uruguay formar parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y cómo el desempeño de nuestro país en dicho órgano “le ha acrecentado el respeto del resto de la comunidad internacional”.

Nin Novoa destacó también el trabajo llevado adelante por Uruguay en asuntos como “mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, la defensa de los derechos humanos y el derecho humanitario, en particular la protección de civiles en zonas de conflicto y la contribución a la transparencia del Consejo de Seguridad”.

Resaltó que todo ello constituye una “plataforma sólida que proyectará a Uruguay para una tercera membresía en el Consejo de Seguridad durante los años 2034 y 2035”.

“La voz de Uruguay se hizo oír en el Consejo de Seguridad para cumplir con su rol y ser fiel a su destino como nación: amortiguar conflictos, evitar choques, tender puentes, promover entendimientos, oficiar de escudo al desamparado, proteger poblaciones vulnerables e impulsar valores de paz y derechos básicos para todos”, enumeró.

Prestigio internacional

Por su parte, el embajador Roselli remarcó que Uruguay ejerció la presidencia del Consejo de Seguridad “por su prestigio internacional, ganado por ser una democracia vibrante, su defensa a ultranza de los derechos humanos y su respeto por el Estado de Derecho”.

Mientras que Topolansky manifestó que “no es fácil para un país pequeño desarrollar actividades en un organismo que tiene países con mucho más peso político en el mundo”.

Calificó como “altamente positiva, solvente y eficaz” la experiencia desarrollada por Uruguay al frente del Consejo.