Si Uruguay fuera catalogado como paraíso fiscal, su economía no generaría confianza para captar inversiones

Ferreri disertó este miércoles 12 de octubre en el marco del ciclo Desayunos Útiles, de la revista Somos Uruguay.

En ese marco, el ministro interino de Economía, dijo que “la confianza generada por la economía de Uruguay en el mundo se traduce en hechos concretos, como la negociación para la radicación de la inversión productiva más importante de la historia, tal el caso de la nueva planta de celulosa de UPM”.

“Si fuéramos catalogados como paraíso fiscal, ello no sería posible, porque se logra con confianza y calidad institucional”, remarcó Ferreri.

En tal sentido, dijo que la inversión extranjera directa en la segunda mitad del siglo XX fue de 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que en los últimos 10 años superó 5%.

Además, en el mismo período, el promedio de crecimiento PBI fue de 1% anual y en la última década de 5%.

Por ello, Ferreri resaltó que Uruguay generó “mayor confianza luego de un ciclo de transparencia” y, por primera vez en la historia, las cinco principales calificadoras de riesgo financiero le han dado al país el grado inversor e, incluso, dos lo otorgan por encima del escalón mínimo.

Primero en América Latina

En otro orden, el subsecretario de Estado destacó que “Uruguay está primero en América Latina y el Caribe en indicadores de cumplimiento de la Ley, democracia, inclusión, percepción de corrupción y prosperidad”.

Se encuentra “segundo en gobernanza y libertad de prensa” y “tercero en paz y libertad económica”.

Ferreri recordó que en 2009 Uruguay fue incluido en una “lista negra” por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en 48 horas se logró pasar a una lista gris.

“A partir de allí comenzó un progreso de regulación de intercambio de información a nivel internacional, entre otras medidas, lo que permitió al país pasar primero de lista gris a ser en 2015 miembro pleno del Comité de Asuntos Fiscales de la OCDE”, resaltó.

También remarcó que se avanzó en “reformas como la derogación del régimen de Sociedades Anónimas Financieras de Inversión (SAFI), flexibilización de secreto bancario, identificación de accionistas de sociedades anónimas y disolución de sociedades anónimas inactivas”.