Director de Vivienda, Salvador Schelotto, resaltó que Uruguay garantiza de forma creciente derechos esenciales

 

Uruguay presentará en su informe país en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible-Hábitat III, que se desarrollará entre el 17 y el 20 de octubre en Quito, Ecuador.

El encuentro internacional tiene como eje central “el derecho a la ciudad y de la ciudad como un bien global común, donde se consideran el derecho de las poblaciones y se incluye a los migrantes”.

En tal sentido, Schelotto informó sobre los contenidos de la presentación del informe país sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible-Hábitat III.

El jerarca espera que el documento sea un punto de partida para el seguimiento y la implementación de compromisos a nivel global, regional y nacional.

Logros y desafíos

Schelotto resaltó que Uruguay ha construido en los últimos doce años “una institucionalidad compleja y laboriosa en materia de planificación y gestión urbana, territorial y ambiental”.

Añadió que también se construyó una “legislación sofisticada para dar la mejor conservación y potencia a todos los bienes comunes”.

Dijo que se instrumentó una “lógica de gobernanza multinivel” con la creación de las alcaldías.

El jerarca resaltó que la participación social es “sustancial en cuanto a la construcción del hábitat y el desarrollo urbano y territorial porque son necesarias las discusiones públicas frente a los grandes proyectos de obra e inversión”.

“Uruguay garantiza de forma creciente una serie de derechos con una cobertura prácticamente total en materia de salud y educativa, acceso al servicio de agua potable de un 98% y superior al 90% en cuanto a energía eléctrica en los hogares, junto a una red vial distribuida por todo el territorio”, subrayó.

Entre las dificultades se refirió a la importancia de “ampliar la cobertura del servicio de saneamiento y la enorme inversión que demanda avanzar en tal sentido”.

Dijo que los indicadores de pobreza e indigencia “vienen bajando notablemente, pero que también persiste un núcleo duro de exclusión que no solo tiene que ser medido en cuanto a sus ingresos sino con respecto a múltiples factores”.