Sendic propuso mayor coordinación entre poderes del Estado para abordar desafíos tales como nuevas formas delictivas

El vicepresidente de la República, Raúl Sendic, en representación del Poder Legislativo; el prosecretario Juan Andrés Roballo, representando al Poder Ejecutivo y el ministro del Tribunal de Apelaciones, Edgardo Ettlin, por el Poder Judicial, participaron del cierre del evento: “A 30 años de la restauración los desafíos de la democracia uruguaya”, que se realizó en el Parlamento.

En el marco de dicho evento se realizó un panel denominado: “Los tres poderes y su relacionamiento”.
Sendic dijo que la democracia, al igual que la sociedad, “evoluciona de manera constante, porque es un sistema dinámico”.

Expresó que además de los tres poderes del Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) existen otros como el “económico, el de las corporaciones y el de los llamados ‘súper ricos’ que pretenden comprar países enteros y representan un gran desafío para quienes tienen a su cargo la gestión de los gobiernos”.

También manifestó que el Poder Ejecutivo “ocupa una situación de privilegio que debe ser nivelada con los otros poderes”.

“No resulta natural que un poder tan importante del Estado como el Legislativo no tenga una proyección estratégica de saber hacia dónde va”, opinó el jerarca de gobierno.
Planteó que la sociedad requiere “un mayor intercambio entre los poderes y sostuvo que aún existen carencias”.

Detalló que la sociedad ha evolucionado de manera tal que se requiere un mayor intercambio entre los poderes del Estado, pero aclaró que existe un “súper complejo” de independencia que no permite dicha interrelación para abordar desafíos tales como nuevas formas delictivas o de comercio por medio de tecnologías de la información.

Democracia sana

Por su parte, el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, remarcó que en Uruguay existe un sistema de “pesos y contrapesos” entre los tres poderes y que junto con el voto y el sistema de partidos son un esquema fundamental para el desarrollo de una democracia sana”.

Resaltó que una vez reinstalada la democracia en el país, en marzo de 1985, volvió el sistema de control entre los tres poderes “elemento fundamental para tener un correcto funcionamiento de la democracia”.
Mencionó herramientas como el veto, la interpelación, el juicio político o la sanción de leyes con carácter de urgente consideración, la declaración de inconstitucionalidad de alguna ley o el tratamiento presupuestal de los tres poderes.

Roballo recordó que “desde 2005 a la fecha, el presupuesto del Poder Judicial aumentó en un 70%, el del Tribunal de Cuentas el 75%, el de la Corte Electoral el 76% y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo un 69%, lo cual está muy por encima de lo que es la media en la administración”.

A su turno, el representante del Poder Judicial, Edgardo Ettlin, coincidió en que los tres poderes “deben trabajar juntos” porque la democracia se ejerce de igual modo por parte de los tres poderes.

Señaló que el siglo XXI ubica al Poder Judicial en un papel “protagónico” y este deberá acompasar los cambios mediante la capacitación de sus funcionarios (para los jueces es obligatorio), seleccionando un “cuerpo profesional capaz” mediante concursos de oposición y méritos e implementando una estrategia de gestión a 10 años.