OEA

Luis Almagro dijo que su consigna al frente de la OEA será: “Más derechos para más gente”

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que su lema al frente del organismo será “más derechos para más gente”, porque “el hemisferio está harto de exclusión, de derechos políticos, económicos o sociales para algunos pero no para todos, está cansado de racismo, de persecución, de prejuicios y antagonismos estériles”.

Almagro expresó que ha llegado el momento en que Cuba vuelva a integrar la OEA.

Almagro asumió este martes como nuevo secretario general de OEA para el período 2015-2020, tras relevar en el cargo al chileno José Miguel Insulza.

En su discurso inaugural, Almagro dijo que su administración al frente de la OEA tendrá como lema: “Más derechos para más gente”, y aseguró que “sin respeto a la democracia, al Estado de derecho y a los derechos humanos no puede concebirse una sociedad justa”.

“El hemisferio está harto de exclusión, de derechos políticos, económicos o sociales para algunos pero no para todos, está cansado de racismo, de persecución, de prejuicios y antagonismos estériles”, sentenció.

El nuevo secretario general de OEA remarcó que estamos en el continente “más desigual de todos”, y aseguró que “la peor desigualdad es la que se sufre a la hora de ejercer derechos”.

“El continente americano debe darle una nueva mirada a la OEA y generar una nueva consciencia acerca de rol de este organismo en materia de diálogo y concertación para el desarrollo en el continente. Pero ello no vendrá de la mano del voluntarismo político de sus Estados, que es una condición necesaria pero no suficiente, sino que será imprescindible forjar una nueva visión estratégica sobre la OEA, sus actividades y su contribución a los intereses colectivos de la región”, remarcó.

Dijo que se debe aprender a construir políticas “afirmativas” desde la convergencia con las demás instancias regionales que actúan en el mismo espacio geográfico que la OEA y de las que participan los Estados miembros.

“Tratemos de potenciar las capacidades y fortalezas existentes en el conjunto de organismos de integración, coordinación y concertación que existen en la región”, planteó el ex canciller uruguayo.

También expresó que la solidaridad surge como una “forma de actuar, sin distinción de fronteras, de creencias o de ninguna diferencia entre los habitantes del continente americano”.

“Necesitamos recobrar el sentido de solidaridad para enfrentar unidos el principal problema de nuestra región: la desigualdad. América es un continente pleno de riquezas mal repartidas. Hay una responsabilidad primaria a nivel nacional de cada uno de los estados miembros respecto a sus políticas de distribución de la riqueza”, remarcó.

Almagro se refirió a la sistematización de las prioridades de la OEA en cuatro pilares: “democracia, derechos humanos, seguridad multidimensional, y desarrollo integral”.

“Sin respeto a la democracia, al estado de derecho y a los derechos humanos no puede concebirse una sociedad justa. El desarrollo integral en sus tres dimensiones es condición básica y se ampara en el respeto a los derechos humanos, siempre en el contexto una sociedad democrática”, expresó.

Agregó: “La paz y la seguridad son condiciones previas, necesarias e imprescindibles para la subsistencia de la democracia, el pleno respeto a los derechos humanos y el desarrollo integral de las sociedades”.

Cuba

Almagro también expresó que ha llegado el momento en que Cuba vuelva a integrar la OEA.

“Durante muchas décadas, la organización contó con un número de 21 Estados miembros. Entre los años 70 y los 90 pasó de 21 a 35, sin que nunca ningún país haya denunciado su Carta constitutiva. Estos 14 nuevos Estados miembros son los que forman parte del Caribe anglosajón y Canadá. Esto muestra hasta qué punto el sistema interamericano se ha ido ampliando con la incorporación de todos los Estados que componen la región”, resaltó.

Desde el punto de vista de una organización hemisférica que tiene tan importantes cometidos y representa un espacio de diálogo político tan relevante como lo es la OEA, “esta universalización es un factor esencial y una gran fortaleza”.

“Esto hace más injustificable aún que, a la altura de la historia que nos toca vivir exista un país sobre el que pesa una exclusión de facto de nuestra Organización”. Cuba fue suspendida en la Conferencia de Punta del Este de 1962.

Dijo que renovar la OEA es “enfrentar” un desafío de los tiempos, pero el cambio   debe enmarcarse en una nueva visión estratégica, generadora de objetivos realistas pero al mismo tiempo ambiciosos, ya que de otra manera el statu-quo se convertirá en el paradigma prevaleciente de nuestra organización”.

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