Miranda afirmó que “no escarbamos lo suficiente” sobre perfil de familias sirias

Ahora, el secretario de Derechos Humanos de Presidencia, Javier Miranda reconoció en el programa En Perspectiva de Radio Oriental que el gobierno cometió errores en el proceso de refugio de las familias sirias y aseguró que es por eso que la llegada del segundo grupo, que estaba prevista para febrero, recién se hará a fines de 2015.

«La experiencia de convivencia en el Hogar San José no fue buena, creo que ahí cometimos algunos errores y lo asumo porque ahí hay buena parte de responsabilidad porque se nos advirtió desde el Estado sueco, que no era la mejor opción que era mejor radicarlos directamente en lo que va a ser su lugar de estadía o su lugar de vivienda», admitió Miranda.

Según consignó el diario El PaÍs el jerarca agregó que traerlos a vivir todos juntos en un lugar «no fue una buena opción porque genera problemas de convivencia«.

La llegada del segundo grupo se aplazó porque el gobierno pretende que, cuando lleguen a Uruguay, cada familia sea hospedada directamente en las viviendas que se les asignen y eso demanda mayor coordinación.

Para la llegada del segundo grupo de refugiados se «va a volver a entrevistar a las familias. Vamos a intentar bajar el nivel de expectativa».

Otro de los temas que ha generado inconvenientes tiene que ver con el idioma. En ese sentido Miranda fue enfático al señalar que “necesitamos más intérpretes».

El perfil de las familias

La primera autocrítica fue sobre el perfil de las familias. El gobierno le había pedido a ACNUR que fueran en su mayoría productores de la tierra, aunque eso finalmente no sucedió. «No escarbamos lo suficiente» en ese punto, reconoció Miranda. Por este motivo, el secretario de DDHH de Presidencia afirmó que, si bien ya están seleccionadas las siete familias que vendrán, se espera volver a entrevistarlas en territorio libanés para asegurarse de que cumplan con este requisito.

Otro de los errores fue mantener a las familias todas juntas durante ocho semanas en el complejo de los Hermanos Maristas, debido a los problemas que surgieron a partir de las diferencias culturales entre ellos. «La experiencia de convivencia no fue buena», admitió Miranda.Los sirios llegaron con expectativas muy altas, que luego no vieron satisfechas en Uruguay, sobre todo en cuanto a las viviendas. Por eso, Miranda aseguró que para la llegada del próximo contingente se intentará afinar más la descripción del país y del lugar donde vivirán, incluso con fotos que muestren las casas donde se alojarán.