Vázquez destaca presencia de Cuba en Cumbre de las Américas y rechaza decreto de EE.UU que declaró a Venezuela como una “amenaza”

Vázquez hizo uso de la palabra este sábado a la noche en el marco de la VII Cumbre de las Américas que se desarrolla en Panamá.

El mandatario saludó la presencia de Cuba en la Cumbre, ámbito del que “nunca debió estar ausente por exclusión”.

Destacó que el proceso de diálogo entre Estados Unidos y Cuba “abre un promisorio pero exigente panorama para ambos”.

“Tardó muchos años y demandó muchos esfuerzos llegar a algo tan normal, pero conviene no olvidarlo y evitar repetir errores. Errar es humano, reiterar errores es poco inteligente”, dijo el mandatario.

También expresó que tanto Estados Unidos como Cuba “son mayores de edad” y no “necesitan intermediarios ni tutores para dirimir asuntos”, pero ofreció “la humilde colaboración” de Uruguay para el acercamiento de las dos naciones.

En cuanto al proceso de paz en Colombia, aseguró que desea una “pronta solución” del conflicto del gobierno con la guerrilla y expresó su disposición para lo que pueda ayudar.

“Somos respetuosos pero no indiferentes, lo mismo vale para el proceso de dialogo de Colombia y lograr entre todos el camino de la paz. Estamos a las órdenes para lo que podamos ayudar”, sentenció Vázquez.

Situación en Venezuela

El jefe de Estado también dijo que era imposible no incluir la “delicada” situación en Venezuela.

“Digámoslo breve y claramente, por si hay alguien distraído, tal como ya lo hemos expresado en otros ámbitos bilaterales o multilaterales como UNASUR y OEA: Rechazamos el decreto Ejecutivo del gobierno de los EE.UU aprobado el 9 de marzo pasado, y al reafirmar nuestro compromiso con la plena vigencia del derecho internacional de la solución pacífica de las controversias y el principio de no intervención en asuntos internos de otros países reiteramos el llamado a que los gobiernos se abstengan de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el derecho internacional”.

Agregó: “Llamamos fraternal  y humildemente a nuestro querido pueblo hermano venezolano a dialogar entre ellos en un marco de respeto recíproco y acatamiento unánime no solo del orden institucional, sino de la resolución libre y democrática tomada en su momento por el pueblo venezolano, el acatamiento unánime de ese orden institucional al estado de derecho y derechos humanos”.

Indicó que el diálogo “no puede ser un fin en sí mismo, pero sin diálogo no hay salida posible”. Como tantas cosas en la vida, el diálogo a veces cuesta pero siempre vale.

En tal sentido citó una de las primeras medidas que adoptó en el marco de su segundo período de gobierno, la que se refiere a convocar a un diálogo social para considerar una estrategia de país de cara al año 2050.

No se trata de hacer futurología en los diálogos, sino de adelantarse y modelar el futuro en aspectos tales como: “cambio climático, matriz energética, inversiones, productividad, competitividad, hábitat, salud, educación, cultura protección social, inserción internacional, convivencia pacífica y el respeto no solo al derecho internacional sino a la autodeterminación de todos nuestros pueblos”.

Dijo que a la sociedad más que invocarla cada cuatro o cinco años para las elecciones, hay que convocarla e involucrarla en forma permanente para trabajar en conjunto en la construcción de las naciones.

“Felizmente el escenario continental ha cambiado. Las instancias de concertación e integración se han multiplicado pero este proceso lejos de ser visto como un escenario competitivo y antagónico debe asumirse como una oportunidad para generar mejores canales de integración y complementariedad entre todos nosotros respetándonos en lo que somos, en nuestra historia y en nuestros pueblos, en las lágrimas y las sonrisas que a lo largo de los siglos han marcado la realidad de nuestra historia latinoamericana”, añadió el mandatario.

También dijo que “no son escenarios alternativos, sino complementarios”, en tal sentido la mayor coordinación que pueda lograrse “será la clave de la eficacia de estas situaciones”. A se esfuerzo de coordinación, Uruguay “modestamente se compromete en todos los organismos que integra”.

Dijo que si bien todos los organismos internacionales son importantes, de todos modos mencionó en particular a la Organización de Estados Americanos (OEA) cuya secretaría general será desempeñada por el ex canciller Luis Almagro a partir de mayo.

Remarcó la confianza depositada en Almagro porque además de un reconocimiento a sus cualidades personales y profesionales, es un respaldo al Uruguay y a los principios que identifican nuestra política exterior: “Apego al derecho internacional, soberanía y autodeterminación de los Estados, no injerencia en los asuntos internos de los países, rechazo al uso de la fuerza o amenaza,  o velada amenaza del uso de la misma, apoyo a la solución pacífica de las controversias, plena vigencia de los derechos humanos y de la democracia como forma de gobierno y estado de la sociedad”.