Mujica aclaró que ex reclusos de Guantánamo cargan con consecuencias de trece años de aislamiento

Mujica visitó este jueves a cinco de los seis ex presos de Guantánamo que se encuentran en un hospedaje del barrio Palermo, en momentos en que trascendió que existen desavenencias entre ellos, rechazaron algunas ofertas laborales, y uno de los ex reclusos viajó a Argentina.

Como informó en su momento LA RED 21, el mandatario les expresó que es necesario que aprendan el idioma español y puedan ingresar al mercado laboral, según datos que difundió El País.

Este viernes el mandatario se refirió al encuentro que mantuvo con los liberados de la prisión norteamericana de la base militar de Guantánamo, Cuba. “Por sus manos, por algo de sus facciones y de sus pequeñas historias familiares nos pareció que son gente de clase media y en algunos casos algo más”, relató el mandatario.

Mujica reconoció que “tienen problemas de adaptación”, y defendió su propuesta de recibirlos “porque el cultivo de la solidaridad y de la humanidad es una cuestión de principios”.

“Tienen notorias dificultades con el idioma, problemas de adaptación debido a que no sólo pertenecen a otras culturas, sino que cargan con las consecuencias de trece años de aislamiento”, remarcó.

Recordó a los inmigrantes europeos que llegaron a Uruguay en diferentes olas migratorias a quienes definió como “gente muy dura, hijos de la penuria, que desembarcaban y de inmediato se prendían a lo que fuere”.

“Siendo primitivos eran fuertes y no necesitaban más que su fuerza para lidiar con su nostalgia e irse abriendo paso como pudieran”, definió Mujica a los inmigrantes europeos en Uruguay, sobretodo españoles e italianos.

Jóvenes de este siglo

En tal sentido, dijo que si los ex reclusos de Guantánamo “hubieran sido gente muy humilde, del desierto, del pobrerío, seguramente serían más primitivos y fuertes. Pero no lo son. Son jóvenes de este siglo, de este tiempo, aficionados a Internet, de todas maneras se seguirán integrando”.

Según informó Montevideo Portal, el jefe de Estado cuestionó que “desde algunos sectores de la sociedad uruguaya nunca se entendió el papel de la solidaridad con la llegada de los refugiados”.

“Yo sé que hay otra gente que no quiere complicarse la cabeza para nada y le importa tres pepinos que otros padezcan. Como esa gente suele tener espíritu de contador, le tenemos que decir que algún gasto que significan estas cosas va a cuenta de organismos internacionales y en definitiva no es mayor el esfuerzo pecuniario de la sociedad uruguaya”, sentenció.