Mujica: Dejo un país “un poco mejor” con “menos pobres e indigentes y hacia el porvenir una sociedad mejor”

Consultado como es habitual en los cronistas extranjeros por sus antecedentes como tupamaro, Mujica explicó acerca de la posibilidad de “empuñar las armas”, que “si volviéramos a aquel mundo casi seguro que sí. Lo que pasa es que nunca se vuelve atrás. Aquel mundo tenía ciertas claves y este es otro. Aquel era bipolar. Había esquemas como la dictadura del proletariado y todo aquello que entonces estaban muy vigentes para mucha gente. Pero ha pasado muuuuuuucho tiempo”. Responsabilizó no obstante a la burocracia generada como la razón de la caída del modelo socialista de los 60´.

“Todos los intentos de construcción de sociedades socialistas en países pobres cortándole la libertad a quien se consideraba perteneciente al otro bando, lo único que construyeron fue una burocracia terrible y al final se desmoronaron ominosamente… Ahora bien, la historia nos hizo capitalistas, pero como bicho somos por génesis socialistas, y andamos por el mundo con esa pena”.

Una vez más reafirmó su convicción que la vida es el bien supremo, y dijo que ello no es una contradicción aún cuando en su momento optara por la lucha armada.

“Vivir es enfrentar contradicciones y uno en el vivir va descubriendo cosas. Cuando uno es soldado tal vez no le da a la vida el valor que tiene, porque a la vida se le da valor solo cuando se repiensa, cuando lo que era automático y natural se transforma en conciencia. Entonces uno llega al análisis de que no hay riqueza mayor que la vida, que este milagrito que dura un minuto. Hoy, creo que todas las guerras son injustas. Los que pagan el peor costo son quienes no tienen nada que ver con la guerra”.

De la vida, de España y del mundo

Autodefiniéndose como “un campesino”, Mujica descartó que su futuro sin gobernar vaya a ser aburrido. “Me encanta trabajar la tierra y me parece que es lo mejor que puedo hacer en un tiempo que se va complicando y en el que la gente necesita oficios. De la tierra nos separamos, pero dependemos de ella para comer”, argumentó.

Una vez más fue consultado por su estilo de vida, sobre el que reflexionó: “Hay costumbres viejas que se nos cuelan y los gobernantes tienden a vivir de acuerdo a los usos y las modas de las minorías privilegiadas de la sociedad. ¿La profesión de la política es cortesana de la riqueza y su fastuosidad? Le resumo lo que le quiero decir: a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política, porque si no terminamos hipotecando la confianza de la gente”.

En el aumento de la crisis en Europa contrario al auge latinoamericano, entendió que “Europa pretendió navegar y salir de la crisis solo achicando y así no se puede revertir una situación tan honda”. En cuanto a su opinión sobre la actualidad en España dijo tener “la impresión de que el mucho consumismo, lo que siguió a las medidas que permitieron la brutal expansión inmobiliaria, el compre, compre y compre… Todo eso aflojó mucho la ética”.

Marcó finalmente las diferencias en los caminos actuales europeo y latinoamericano. “Nosotros vivimos mucho tiempo de espaldas a nosotros mismos, culpando de nuestros problemas a Europa y los Estados Unidos. No queríamos asumir nuestra responsabilidad. Es más cómodo culpar a otros. Ustedes los españoles ahora le echarán la culpa de todo a los alemanes, América Latina no hay una, hay muchas, hay diferencias. Pero desde hace quince años hablamos y, tomamos decisiones en conjunto”, señaló.