Monseñor Sturla asegura que la Iglesia no hará campaña contra la baja de imputabilidad, a pesar que él está en contra
El arzobispo de Montevideo, Monseñor Daniel Sturla, se comprometió con los representantes de la Comisión por la seguridad para vivir en paz que promueve bajar la edad de imputabilidad penal de los adolescentes de 18 a 16 años, a no hacer campaña en contra de la iniciativa, se aseguró desde la Comisión.
Monseñor Sturla recibió este miércoles a integrantes de la Comisión por seguridad para vivir en paz.
Por parte de la Comisión asistieron, entre otros integrantes, el diputado nacionalista Gustavo Borsari, quien fue coordinador en dicha Comisión que apoya la reforma constitucional que se plebiscitará en octubre.
Según informó Borsari este miércoles, luego del encuentro con la máxima autoridad de la Iglesia Católica del Uruguay, Sturla aseguró que no realizará campaña en contra de bajar la edad de imputabilidad penal.
El legislador blanco dijo, en declaraciones a Montevideo Portal, que le planteó a Sturla detalles del proceso de reforma, “como el registro de los antecedentes de menores y la creación de una institución por fuera del INAU que se encargue de realizar una rehabilitación genuina”.
“Además, será el juez quien a su criterio decida si el menor que llega a la sede es imputable o no y se aumentará la pena a mayores que introduzcan a menores en el mundo delictivo”, dijo Borsari.
Sturla reiteró su posición en contra de la baja, “pero señaló que la Iglesia está comprometida a no participar en la campaña electoral contra la baja de la edad de imputabilidad”, aseguró Borsari.
En contra
Sturla se manifestó contario al plebiscito durante una mesa redonda sobre “La sociedad montevideana y sus valores”. En ese marco, el jerarca de la Iglesia Católica en el Uruguay dijo que bajar la edad de imputabilidad penal tiende a “estigmatizar a los jóvenes”.
Sturla reiteró días pasados su posición contraria. “El mensaje es que más represión soluciona, pero yo creo que no. Que más educación puede contribuir a solucionar el problema de la delincuencia, más allá de que, obviamente, tiene que haber seguridad”
Ello generó el malestar de uno de los principales impulsores de la medida, el senador y precandidato presidencial colorado, Pedro Bordaberry.
El legislador colorado dijo que la Iglesia Católica “debería dejar a en manos de los políticos el tema de la inseguridad y dedicarse a sus fieles”.
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