SOLIDARIOS

Mujica exhortó a no practicar una solidaridad verbal, sino de compromiso real

El presidente José Mujica cuestionó a quienes “vomitan” verbos a favor de los débiles, pero desde el punto de vista práctico nunca ayudan a las causas sociales porque el bolsillo es el órgano más sensible, y mientras tanto “viven como pequeños burgueses ricos”.

Mujica también aseguró que “no hay que esperar todo del Estado”.

Mujica se refirió este martes en radio Uruguay a la solidaridad organizada, a la necesidad de ayudar a quienes más lo necesitan, y también criticó a quienes tienen un discurso a favor de los más necesitados, pero no lo demuestran con actitudes.

En ese sentido, el mandatario exhortó a “ser solidarios, vivir como se piensa, no caer en un simple discurso, no practicar la solidaridad verbal, y a contribuir con quien más lo necesita”.

“Es importante construir programas y propuestas que guíen el camino, pero sin dejar de vivir como se piensa, para no correr el riesgo de pensar como se vive. Esto significa luchar por ser auténticos”, señaló Mujica.

A favor de la justicia social

“Desde nuestra definición política a favor de la justicia social, hablamos de desigualdades y de solidaridad constantemente, y nunca nos pareció ético favorecernos con los ingresos brutos que la carrera de legislador nos proporcionaba, cuando había tanta gente con necesidades en el país”, recordó el mandatario en referencia su pasaje por el Parlamento.

“Había que luchar por la suerte de la gente y compartir lo que se tenía con ellos”, indicó el mandatario. “Se trataba de adoptar un padrón de vida como el de la mayoría del país y no de la minoría”, agregó.

También evocó que en el año 1998 él junto a otros legisladores de su sector político se impusieron “destinar parte de sus sueldos parlamentarios para la creación de un fondo para otorgar pequeños préstamos a la gente que se inventaba un trabajo y que luchaba por la vida”.

También destinaron dinero para atender a “compañeros enfermos de gravedad”.

“Nuestra gente practicó esto porque apuntaba no sólo a la solidaridad, sino también a vivir como se piensa. Pero tuvo un precio caro: cuántos problemas políticos internos se nos vinieron encima porque ‘le metíamos la mano en el bolsillo a los compañeros’”, se lamentó el mandatario.

El bolsillo: el órgano más sensible

El mandatario cuestionó que “por desgracia para mucha gente, aunque no lo confiese, el bolsillo es el órgano más sensible”.

“Conocimos planteos radicales de gente que vomitaba verbos a favor de los débiles. Pero, desde el punto de vista práctico, nunca vemos ayudar a la gente, a las causas sociales, poner algo del propio bolsillo”, lamentó el jefe de Estado.

Agregó que mientras tanto, dichas personas “viven como pequeños burgueses ricos”.

Consideró que ello “no está mal”, y dijo que no critica a quienes “viven con opulencia”, pero aseguró que lo malo es “comer y que paguen otros y practicar una solidaridad verbal y no de compromiso real”.

Mujica aseguró que no se le ocurre reprocharle “a la gente de derecha porque tiene otra filosofía de vida, así como tampoco a los votantes que los acompañan”.

También dijo que la situación es diferente entre quienes asumen responsabilidades públicas.

“En nuestra corriente política, el principal aporte es el de los funcionarios que tienen buenos ingresos. Se trata de una cuestión de ética aportar recursos, porque esa causa nos catapultó al espacio público”, sentenció.

Dijo que en el Plan Juntos, de construcción de viviendas, aportan todo lo que pueden.

“Aprendimos que con un poco de solidaridad organizada es posible cambiar la vida de los más pobres. Pero también aprendimos una dolorosa realidad, cuanto más rica se vuelve una sociedad, más egoísta son las conductas humanas”, sentenció Mujica.

También aseguró que “no hay que esperar todo del Estado”.

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