Mujica pidió a Obama a cambio de refugiar a prisioneros de Guantánamo la libertad de tres cubanos condenados en EE.UU

Mujica se refirió este viernes en su audición radial de M-24 al pedido del gobierno norteamericano de que Uruguay reciba, al menos por dos años, a cinco presos de la cárcel estadounidense en Guantánamo, Cuba.

En ese marco aseguró que el acuerdo “no es por plata o conveniencia material, sino por convicción y por principios”.

“No tenemos empacho en decir que le pedimos al gobierno estadounidense que haga lo posible por dejar en libertad a tres prisioneros cubanos, que desde hace muchos años se busca la manera de lograrlo. También eso es una vergüenza”, expresó el mandatario.

Los tres ciudadanos cubanos fueron condenados en 2001 en Estados Unidos bajo cargos de “conspirar y operar” como agentes extranjeros sin conocimiento de Washington.

El gobierno cubano asegura que los tres cubanos, junto a otros dos que ya cumplieron la pena y volvieron a su país, realizaban en el estado de Florida “misiones de seguimiento de actividades de grupos responsables de ataques terroristas en la isla”.

Por su parte, una agencia especializada de Naciones Unidas expresó que las detenciones fueron “arbitrarias e implicaron un padecimiento injusto”.

De todas maneras Mujica aclaró que la solicitud del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “es aún un asunto inconcluso”, por lo cual no lo había informado oficialmente.

Luchar contra la barbarie

“Para nosotros, que hemos tenido compañeros refugiados en todas partes del mundo, esta es una cuestión de principios, inalienable y no negociable. Si las gestiones prosperan, nuestro país debe sentirse servidor, como otros, en la causa de cerrar una vergüenza de la humanidad”, manifestó el mandatario.

Remarcó que a lo largo de la historia y hoy, Uruguay es un país de “refugio”.

Agregó que “para que la humanidad progrese, hay que luchar siempre contra la barbarie, contra la guerra, y ayudar a que se pueda hacer paz allí y que se negocie lo que parece innegociable y aflojar las tensiones”.

Recordó que la cárcel de Guantánamo, en la basa militar estadounidense en Cuba, “fue instalada por el entonces presidente George W. Bush para alojar, fuera de todo proceso jurídico y legal, a personas apresadas en el marco de las invasiones a Afganistán (2001) e Iraq (2003) y de la guerra contra Al Qaeda”.

La cárcel funciona como una “verdadera vergüenza de la humanidad especialmente para un país de las dimensiones de Estados Unidos, que frecuentemente encara las críticas a otras sociedades tras los principios de los derechos humanos”.

“En esa cárcel abundan los presos sin proceso, que nunca vieron un fiscal, un juez ni se presentaron pruebas definitivas”, remarcó.

También comentó que Obama “hizo campaña con este asunto y hace tiempo lucha por terminar con esa vergüenza”, pero aclaró que las posibilidades del mandatario norteamericano están “encuadradas y limitadas por el Senado”.

“No aceparemos ser carceleros de nadie”

Remarcó que aún “se está lejos de que la llegada de los refugiados se concrete”, y añadió que en todo caso “serán hombres libres en nuestra realidad”.

“Ese asunto de no salir de Uruguay por dos años no sería otra cosa que un gesto voluntario de los refugiados para lograr salir de esa vergüenza, pero nunca una imposición nuestra”, remarcó Mujica.

“Jamás aceptaríamos ser carceleros de nadie y tampoco avalamos la juridicidad de la cárcel de Guantánamo. No entramos en esa discusión, pero no nos podemos desentender del pedido por que pueda haber interpretaciones capciosas o politiqueras”, sentenció.

También indicó que no se puede hacer el “distraído” ante la “formidable tragedia de gente detenida sin causa probada y sin haber visto un fiscal o un juez. Esto es una vergüenza humana”.

“No se puede concebir que todos los días se hagan discursos por los derechos humanos y, cuando hay que deshacer un entuerto de esta naturaleza, nos quedemos acoquinados con ‘leguleyerías’. El primer derecho es de orden humano”, manifestó el mandatario.

“Durante mucho tiempo hemos criticado y seguiremos criticando el imperialismo yanqui, sus abusos de poder. No renunciamos a nada. De todas formas ante un presidente, como Obama, que lucha por terminar una vergüenza que hereda, una vergüenza no solo para su país sino para su humanidad, este pequeño Uruguay tiene el deber de ayudarlo”, sentenció Mujica.