CONFLICTO

Asamblea de Gualeguaychú rechaza base naval y aumento de producción de UPM

La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú cuestionó en forma enfática la eventual decisión del presidente José Mujica de aprobar el aumento de producción de celulosa a UPM, a cambio de más restricciones en los vertidos, porque consideran que ello demuestra que “existe contaminación”. También rechazan la propuesta de instalar una base naval en la zona del puente San Martín.

El anuncio de Fernández Huidobro disparó el malestar de los «asambleístas»

Dos situaciones de las últimas horas generaron la preocupación entre los asambleístas de Gualeguaychú.

Por un lado, las expresiones de Mujica referidas a que exigirá a la empresa UPM la “disminución en la cantidad de fósforo y la mejora en la refrigeración del agua que vierte al río Uruguay”, para poder aprobar un aumento en la producción de pasta de celulosa, provocaron la reacción de los ambientalistas.

En tanto que el planteo del ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro,  referido a que las Fuerzas Armadas están pensando en instalar una base naval en la zona del puente San Martín, también generaron una dura respuesta de los asambleítas.

Respuestas

Ante ambos planteos del gobierno uruguayo, las respuestas de los ambientalistas de no se hicieron esperar.

En ese marco, Raúl Almeida, integrante de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú expresó  que es “muy triste que Uruguay siga violando tratados internacionales”.

Almeida dijo, en declaraciones a Montevideo Portal, que el país actúa “de mala fe”.

“No me cabía ninguna duda que UPM se iba a salir con la suya. El gobierno uruguayo está vendido a las multinacionales y hace pagar al pueblo uruguayo, con sus recursos naturales, la actividad de la empresa”, cuestionó.

También dijo que el hecho de que el Presidente Mujica exija mayores restricciones al tratamiento de los vertidos, es una demostración de que “la empresa contamina”.

Por su parte, el asambleísta Gustavo Rivollier calificó como una “barbaridad” la instalación de una “una base militar en países fronterizos, hermanos y sin ninguna posibilidad de conflicto”.

“Aún con las diferencias que podamos tener con una pastera estamos lejos de tener un conflicto como para venir a plantear una base ridícula ahí en el medio río interior. Es una cosa de locos”, cuestionó Revollier en declaraciones a El País.

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