A 40 años del golpe en Chile: Enrique Iglesias recuerda las gestiones para salvar a perseguidos por la dictadura de Pinochet

Desde 1972 el ex canciller uruguayo se encontraba en Santiago de Chile como Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

Define aquellos días como “tensos y dramáticos” en que las Fuerzas Armadas encabezadas por Augusto Pinochet derrocaron al gobierno de Salvador Allende. Enseguida del golpe, se desató una represión feroz contra chilenos y extranjeros.
Desde España y por correo electrónico recordó los momentos vividos

USTED ERA SECRETARIO GENERAL DE LA CEPAL. ¿CUÁLES SON LOS RECUERDOS DE AQUELLOS DÍAS?

Muchos muy tensos y también muy dramáticos. Pero uno domina sobre todos los demás: el placer y el honor de haber servido bajo la bandera de las Naciones Unidas a la defensa de los derechos humanos y el amparo a la gente perseguida, tanto chilenos como extranjeros. Pude apreciar el valor que tenía en aquellos momentos, la banderita azul de las Naciones Unidas, que se agranda precisamente en circunstancias como las que vivió Chile.

La CEPAL tuvo 4 víctimas de la dictadura. Dos estudiantes bolivianos que fueron abatidos en la noche del Golpe y luego dos casos de desaparición y muerte. Y la desaparición y muerte de dos funcionarios de CELADE (Centro de Demografía de la Cepal) uno de los cuales, Carmelo Soria, español, despertó una gran campaña internacional, que aún continúa.

La actividad de CEPAL en aquellos años fue muy dura, y las relaciones con el gobierno, tremendamente tensas y difíciles. Tuve presiones políticas para sacar a la CEPAL de Chile, con ofertas de acogida en otros países. Me opuse siempre, dejando claro que solo lo promovería en caso de que no pudiéramos funcionar. Me pareció que no era honesto abandonar el único espacio con libertad que había en Santiago, luego de un apoyo total de gobiernos y de la sociedad chilena, por más de 25 años. Mirado a la distancia, fue una buena decisión. La CEPAL, junto con la representación de Naciones Unidas en Chile, la institución de la ONU para los Refugiados y la Organización para las Migraciones Internacionales (en aquella época llamada CIME) y un número de embajadas de América Latina y Europa dieron muestra de una admirable capacidad de apoyo para sacar gente perseguida o detenida. La Iglesia Católica, a través de su Vicaría de la solidaridad, dio muestra de una comprometida y valiente capacidad de apoyo a la gente perseguida y con problemas. En particular, la apertura de refugios para facilitar la salida de gente imposibilitada de dejar el país y el propio asilo en embajadas fueron un caso realmente admirable de solidaridad con personas que realmente pusieron en riesgo sus vidas para salvar gente.

Nuestra compatriota y amiga Belela Herrera fue una de las heroínas de aquellos objetivos.

Todo aquello fue una gran pesadilla que nunca imaginé que iba a vivir el Pueblo Chileno, pero Naciones Unidas y algunos gobiernos defensores de los derechos humanos, estuvieron a la altura de la circunstancia. Haber dirigido la CEPALG en aquellos tiempos y podido sumarnos a aquellos esfuerzos, queda como una de mis experiencias más sentidas y apreciadas de toda mi vida profesional.

¿CUÁL CREE QUE FUE LA HERENCIA QUE LA DICTADURA DE PINOCHET DEJÓ?

La primera lección es que nunca más desea pasarse por una experiencia similar. Las víctimas y el sufrimiento del pueblo Chileno le han dejado como herencia una vocación democrática que se ha venido consolidando en los años; de la vigencia democrática y el voto para el retorno a la democracia es uno de los galardones con los que hay que condecorar al espíritu valiente del Pueblo Chileno. En lo económico, ha habido muchos traumas en todo el período del gobierno militar, pero también ha habido logros innegables, en cuanto al manejo de la economía que perduraron con el retorno de la democracia. Mirada en el conjunto de los problemas vividos, hizo bien el gobierno democrático en consolidar los logros económicos y mejorarlos. El precio pagado por ellos ha sido demasiado duro y doloroso para la historia de la sociedad chilena…

EL FILÓSOFO ESPAÑOL CASTELLS HABLA DE LA DICTADURA CHILENA COMO UN MODELO AUTORITARIO LIBERAL EXCLUYENTE Y SEÑALA QUE CHILE HOY SE TRANSFORMÓ EN UN MODELO DEMOCRÁTICO LIBERAL INCLUYENTE. ¿COINCIDE CON ESTA DEFINICIÓN?

Coincido con esa definición. Chile es hoy una sociedad moderna, comprometida con el desarrollo económico y con el mejoramiento social de su gente. En lo económico figura como uno de los países más dinámicos y eficientes de la Región. En lo social se dan avances muy importantes pero hay aún grandes mejoras para lograr la sociedad inclusiva a la que aspiran todos los chilenos.

¿CÓMO VE A CHILE HOY?

Veo a Chile como un modelo que busca concluir la dinámica económica, partir de la innovación y el crecimiento sustentable con la inclusión de toda la sociedad en el progreso social. En muchos aspectos Chile está a la cabeza del desarrollo regional. Tanto en los campos económicos como sociales. Pero como dije anteriormente, la tarea social no ha terminado aún. Tiene viejos y nuevos desafíos, pero la dinámica de su democracia les sabrá dar respuesta.

Chile sigue siendo, además, un líder político a nivel regional y mundial. No es casual que Santiago sea una de las capitales regionales de las Naciones Unidas y un gran centro dinámico de iniciativas de cooperación internacional.

Numerosas empresas chilenas se han constituido en empresas multilatinas presentes en varios países de la región y del resto del mundo dando muestras de su dinámica y su capacidad de innovación.

Chile puede pues ser un ejemplo de mostrar en la región que el desarrollo económico dinámico e innovador, inclusivo en lo social y sustentable en lo ambiental, es posible.

Bioficha

Enrique Iglesias nació en 1930, se define como un uruguayo de origen español. Es economista, político y escritor. Fue Secretario ejecutivo de la CEPAL entre 1972 y 1985.

Del 85 hasta el 88 fue Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay. Posteriormente hasta el 2005 fue Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y desde 2005 se desempeña como Secretario General de la Secretaría General Iberoamericana.