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Texto completo de la carta denuncia de Federico Fasano al ministro Kreimerman y su renuncia a un canal de TV digital

El Dr. Federico Fasano cuando defendió su proyecto

Montevideo, 5 de setiembre de 2013

Sr. Ministro de Industria, Energía y Minería

Ing. Roberto Kreimerman

De mi consideración:

 

Federico Fasano Mertens, oferente del Llamado para adjudicar canales de televisión digital abierta comercial en la ciudad de Montevideo, se presenta ante usted para poner en conocimiento de su Ministerio, y por su intermedio al Presidente de la República, de la existencia de un cúmulo de irregularidades recaídas en el proceso de puntuación y selección de los 6 oferentes, cometidas por la desmembrada Comisión Honoraria Asesora Independiente, CHAI.

Mucho me costó decidirme a enviarle esta nota, dado que fui uno de los propulsores más entusiastas de este llamado, por el que vengo bregando desde hace 25 años, desde que retorné a nuestro país desde el exilio mexicano.

Un llamado histórico donde en materia de frecuencias audiovisuales, por primera vez en la vida de nuestro país, se intenta hacer público y transparente el proceso de adjudicación, terminando con el amiguismo y la discriminación que predominaron durante las últimas seis décadas de la historia de la radio y la televisión uruguaya.

La democracia prebendaria sufrió un duro golpe cuando el gobierno popular decidió con este Llamado, hijo de la imprescindible Ley de Medios a estudio del Parlamento, abrir las puertas de la televisión privada conducida durante 63 años por un añejo oligopolio.

Sin embargo, las irregularidades que vengo a denunciar, entiendo que empañan lamentablemente la cristalinidad de este proceso y permiten deducir que un grupo minoritario de decisores, torciendo el análisis racional al que estaban obligados por las normas de la convocatoria, influyeron subjetivamente para dar vuelta un resultado objetivo amparado en salvaguardas garantistas.

Mi padre me decía a menudo: ‘’mantén la boca cerrada y la pluma seca mientras no conozcas los detalles’’. Esperé varios días. Ya conozco los detalles.

Callar ante la deserción de los principios, sería una complicidad que no me perdonaría asumir.

No quiero verme contaminado con el detritus de tamañas irregularidades.

Es por ello señor Ministro, que le informo que he decidido dar un paso al costado, asqueado, en este proceso donde se violaron todos los principios por los que luché durante toda mi vida.

No es la mía una reacción espasmódica producto de una protesta resentida al ser relegado a un lugar fuera de las posibilidades de adjudicación, cuando la evaluación objetiva me ubicaba en el primer lugar de todos los oferentes. (Ver los 5 cuadros adjuntos). Después de un tenaz seguimiento denunciando uno por uno todos los obstáculos, violatorios del pliego, que nos iban poniendo y convencidos de la inutilidad de nuestra protesta, ante el ominoso silencio que implicaba la callada por respuesta, es que decidí dar este paso inevitable.

Lo hago consciente de que aún no se expidió el Presidente de la República, única autoridad con facultades para enmendar las irregularidades que viciaron la transparencia de este proceso. No expondré a nuestro Presidente al costo político que significaría la posibilidad de modificar el Informe no vinculante aconsejado por la CHAI, la que a partir de hoy debiera denominarse CHA, eliminándose el vocablo ‘’Independiente’’ de su sigla.

Estoy entonces, fuera del proceso y aún así continuaré denunciando los yerros de quienes violaron el mandato de la sociedad civil, lugar desde donde se diseñó esta convocatoria, pensándola como una de las más hermosas gestas por la democracia informativa de que el Uruguay tenga memoria.

Demás está decir que mi paso al costado ante un proceso que aún no culminó, es sincero y al mismo tiempo, solo simbólico y ético ya que no puede ser formal porque entregué un aval de U$S 120.000 por mantenimiento de oferta y por tanto debo esperar a que culmine el proceso. Y así lo haré. Pero a los efectos políticos y morales de mi decisión, nada cambia. Sepa señor Ministro y por su intermedio, el señor Presidente de la República, que a raíz de mi decisión, el titular del Poder Ejecutivo, no se encuentra a partir de hoy, moralmente obligado a considerar mi proyecto, aunque a todas luces, de no haberse producido las irregularidades que denuncio, me hubiera hallado en los primeros lugares de la adjudicación.

Estas son las 20 irregularidades que pongo de manifiesto:

1) El Sub-secretario de su Ministerio, Edgardo Ortuño, operador principal de todo este proceso, me comunicó antes de la presentación de los proyectos, que no serían considerados mis antecedentes si me presentaba con una sociedad anónima nominativa. Que los antecedentes serían de la sociedad anónima nominativa y no del único socio nominativo que era yo mismo. ¿Cómo era posible que no se puntuaran los antecedentes del único socio nominativo de una sociedad nominativa, sociedad que obviamente no podía exhibir antecedentes como persona jurídica nueva que era, adquirida al solo efecto de presentarse a la convocatoria? Esta decisión, absurda por donde se la mire, me obligó a ser el único de los 6 oferentes que se presentó a título personal, con los consiguientes perjuicios que me ocasionaría operar una empresa de televisión en esas condiciones.

2) En plena audiencia pública, terminada mi presentación, el presidente de una de las 10 organizaciones que integran la CHAI, (luego quedaron solo 6 ante la sugerente dimisión de 4 organizaciones que se autoexcluyeron del proceso de puntuación), prejuzgó mi proyecto y antes de analizarlo y puntuarlo declaró públicamente, en ese momento, que mi propuesta era la única que carecía de derecho para presentarse al Llamado, utilizando el falaz argumento de que no había abonado los laudos en los medios de comunicación que yo había dirigido. Desmentí su aserto, le exigí una sola prueba de esa infamia, lo llamé públicamente mentiroso, y no me sorprendió su cobardía al agachar la cabeza y no responderme mirándome a los ojos. Acto seguido presenté su recusación en el tribunal de puntuaciones que el mendaz integraba.

Debo reconocer sin embargo, que el golpe anímico que recibí, llegó a destino minando mi confianza en la probidad de mis examinantes.

Acababa de presentar el único proyecto de televisión que otorgaba a la APU, a los trabajadores de la empresa, representación en el Consejo de Dirección, con voz y voto para establecer la programación y las políticas del canal. Un proyecto que admitía en su totalidad el Código de Ética de la APU. El único proyecto que establecía la cláusula de conciencia de los periodistas, aspiración largamente soñada y nunca obtenida por la organización sindical. Nuestro proyecto coincidía in totum con los objetivos comunicacionales de la APU y de la central única que aglutina a todos los trabajadores del país. Traicionando estas conquistas para sus representados, no le importó al Presidente de APU el contenido del proyecto. Lo único que le importó era dejarlo afuera de la competencia, admitiendo sin embargo a otros oferentes manifiestamente contrarios a las ideas y los objetivos del PIT-CNT y de la propia APU. Atacar de esta manera en plena audiencia pública al único empresario de medios de comunicación que durante 45 años fundó 16 medios que defendieron en todos los casos las banderas y postulados ideológicos de la central de trabajadores, no generando ni una milésima de tasa de explotación, no existiendo ni una sola vez captura de plusvalía, no retirando en ninguno de esos años utilidad alguna, dando siempre la cara sin testaferros, poniendo todos sus bienes al servicio de los medios que fundó, obviamente deficitarios por enfrentarse al poder económico, constituyó una gran desilusión de mi parte.

Las diferencias ideológicas que mantuve con APU, de la cual fui dirigente y Presidente de su Tribunal de Honor, para intentar convencerlos de que los medios que fundé sin fines de lucro, sin posibilidades de acceder al gran mercado publicitario, incluso en los tiempos sesentistas donde mis diarios superaban los 100 mil ejemplares de tiraje, no podían ser sometidos a una presión superior a la que APU ejercía sobre los medios de la derecha, a los que toda tropelía y persecuciones les eran consentidas. Mis discrepancias con el error estratégico de APU no habilitaban tamaña decisión para apartarme del camino fundacional, por primera vez, de un canal de televisión abierta, con acceso al gran mercado publicitario, para modificar la correlación de fuerzas, hoy desfavorable para las fuerzas del cambio social en las ondas televisivas.

3) Mi impugnación por prejuzgamiento a una de las organizaciones de la CHAI, no solo no fue admitida por su Ministerio, señor Ministro, sino que se le permitió a su delegado, puntuar a mi proyecto, incluso en el segmento subjetivo, donde se concretó el despojo.

4) En momentos previos a la audiencia pública de marras, el Presidente de la CHAI, Ing. Luis Ferrari, designado por usted señor Ministro para representar al Ministerio de Industria en la Comisión, dijo a dos integrantes del equipo profesional asesor de mi propuesta que ‘’ ¿por qué mejor no se presentaron al llamado de la televisión comunitaria?’’, lo que en ese momento no advertimos como un mensaje sobre la inconveniencia de habernos cruzado en el camino de vaya a saber qué intereses. Aunque a los pocos minutos comenzamos a percibirlo cuando durante nuestra presentación fuimos prejuzgados acusados de ‘’no tener derecho’’ a tener un medio de televisión abierta por parte de otro integrante de la CHAI y ante nuestra incredulidad, el Presidente de la CHAI, que en su introducción había exhortado a guardar las formas y el respeto, cayó en un silencio absoluto permitiendo tamaño exabrupto. Complicidad muda a la que adhirieron por unanimidad, los demás integrantes de la CHAI, allí presentes. Sin yo estar al tanto de esa casual afirmación del Presidente de la CHAI, me referí en mi presentación a que mi propuesta era sin afán de lucro pero que no caeríamos en la trampa de presentarnos en la TV comunitaria, ya que en ese escenario es imposible acceder al gran mercado publicitario de la televisión abierta y por ende cumplir los objetivos claramente expresados en mi presentación, de enfrentar al oligopolio y debilitar la hegemonía ideológica y cultural que rige hoy en los circuitos de la televisión uruguaya. Enterado luego del comentario del Presidente de la CHAI y sumado a la inexcusable tolerancia del representante ministerial del gobierno, tuvimos claro que no éramos bienvenidos a la mesa y que los personajes que ocuparon una organización pensada para la transparencia y la igualdad de derechos, nada omitirían hasta lograr que dejáramos la silla vacía.

5) Culminada la audiencia pública, analizamos con nuestro equipo cada uno de los 6 proyectos y construimos escenarios de puntuación objetiva, ya que había 6 segmentos cuya puntuación estaba bajo control con todas las garantías del proceso. Sin contar los 18 puntos de ventaja que dábamos a todos nuestros competidores por pedir un canal compartido y no un canal completo y exclusivo, estábamos primeros absolutos en la calificación, y aún contando esos 18 puntos en contra, (los del ítem ‘’señales propias’’), estábamos también primeros en 4 de los 6 segmentos puntuables objetivamente y segundos en los dos restantes, lo que nos ubicaba primero en la tabla de los 6 segmentos objetivos. La prensa también estudió los puntajes objetivos y publicó en dos diarios que estábamos primeros en la mayoría de los segmentos. Sin embargo no había lugar para las fanfarrias de la obertura porque presentíamos la fuerza de una amenaza de la que no visualizábamos su dimensión y aún su origen preciso.

Fue ahí que al Director de la DINATEL, organización dependiente de su Ministerio, señor Ministro, se le ocurrió, violando las normas del Llamado e invadiendo las atribuciones técnicas de la URSEC, que los oferentes que habían solicitado un canal compartido no tenían derecho a acceder a un canal de alta definición. El único que había presentado un solo proyecto de carácter compartido era yo. La ilegal resolución tenía nombre y apellido. Ya que no podían desalojarme por las buenas, porque la puntuación me daba muy arriba, me desalojarían por las malas, desterrándome del único canal que es competitivo, el de high definition, (HD), dándome de limosna un canal estándar que me dejaría jugando en el mejor de los casos, en la segunda división de ascenso. En otras palabras, me mandaron a la B. La estética del maltrato aparecía en toda su desnudez, sin rubor alguno.

El escándalo que desató la flagrante violación de las reglas del Llamado donde en ningún lugar de su normativa se establecía tal veto a los que pedían un canal compartido, determinó una ineludible marcha atrás de la DINATEL, que además en su ilegalidad no contó con la aprobación de la URSEC. El hecho de haber fracasado la maniobra y verse obligados a rectificar su decisión, no nos impide evaluar, que la irregularidad existió.

6) Otra irregularidad fue ocultar durante días y días la autoría de la ilegal decisión.

Tanto esto fue así que algunos medios se preguntaban si había sido el Ministerio de Industria, o la CHAI, o la URSEC, el autor del veto a Fasano. La resolución fue adoptada el 7 de agosto y recién el 28 de agosto, tras mis insistentes pedidos, el Ing. De Cola me informa por escrito, 21 días después, que él fue el autor de la decisión. Se abre la interrogante sobre los motivos de la demora en asumir su autoría, quedando una sospecha flotando: ¿fue realmente él, o se lo pidió alguien con más poder que el Director de la Dinatel, para dejarme fuera del juego?

7) A esta altura del proceso, no nos cabían dudas que la cancha estaba flechada y que el objetivo era no permitir que ingresáramos en los tres primeros lugares, únicos con posibilidades de adjudicación, dada la amplitud y los límites de cada frecuencia. Paralelamente a esta situación, diferentes informaciones que nos llegaban de fuentes confiables, aseguraban, aun antes de la primera reunión formal de la CHAI, que sí o sí, los tres primeros lugares ya estaban decididos.

Preparaban en las sombras un perfecto ‘’fait accompli’’.

Todos los hechos ya descriptos permitían confirmar ese aserto. Ante esta situación decidí dar fecha cierta a la sospecha y labré un acta en escritura pública, varios días antes de que se comunicara la puntuación, declarando que disponía de información fidedigna estableciendo cuáles serían los tres primeros lugares de este Llamado. El objetivo era establecer que mucho antes de la decisión ya se sabía el resultado. Cuando la CHAI días después los comunicó, éstos coincidieron exactamente con los que yo había adelantado en la escritura pública, muchos días antes de la oficialización del desenlace, dando veracidad a las informaciones que me habían adelantado, antes que se reuniera la CHAI para analizar la puntuación.

8) También documenté que con anterioridad a la reunión de puntuación de la CHAI, hubo una reunión de directivos de la APU, (poseo el día, la hora, la duración de la reunión y los nombres de los participantes) donde se decidió modificar la puntuación para “impedir de todas maneras que Fasano alcanzara alguno de los tres primeros lugares’’ del ranking que daría a conocer la CHAI.

9) Otra de las irregularidades manifiestas, señor Ministro, reside en la deserción masiva de la CHAI, lo que le quita legitimidad a lo actuado. En efecto, de las 10 organizaciones convocadas, cuatro se fueron sin dar razones. Salvo ANDEBU que fundamentó su alejamiento. El resto, la CADU, SERPAJ y el Ministerio de Cultura no dieron razones de su ausencia. Su presencia hubiera sido una garantía de transparencia. La CADU porque era la única organización con conocimiento teórico y práctico y experiencia en producción audiovisual. Sin el aval de la CADU, única organización capaz de dar un dictamen técnico sobre el tema, quizás hubiera sido más difícil concretar el despojo. Nuestra calidad, ante la ausencia de la CADU, fue juzgada por organizaciones sin conocimiento técnico para analizar producción y con asesoramientos, cuya identidad no se hizo pública, ambientando sospechas innecesarias. La ausencia de SERPAJ es una gran lástima, por su garantía probada de honradez institucional. ¿Por qué renunció Saccomani, en nombre del Ministerio de Cultura, un hombre que garantizaba la transparencia del proceso? ¿Qué razones tuvo el Ministerio de Cultura para faltar a una cita en una convocatoria histórica como la presente, ausencia que debilitó todo el proceso de garantías que hoy estamos denunciando?

10) Esa es la irregularidad de las ausencias. Pasemos ahora a la irregularidad de las presencias. De los 6 jueces calificadores que quedaron, la mitad está cuestionada. El representante de APU, por el prejuzgamiento ya denunciado. El representante de la Universidad de la República, institución transparente si las hay, señor Gabriel Kaplún, suplente que accedió a la representación, por renuncia de un hombre que hubiera garantizado la transparencia total del proceso, el Dr. Alberto Pérez Pérez, debió haber renunciado a su condición de juez en el proceso calificatorio, debido a su implicancia manifiesta, al haber participado con su firma apoyando uno de los seis proyectos presentados. La implicancia de su conducta, no lo llevó a autoexcluirse sino que fue un actor principal del proceso calificatorio, al punto que fue el vocero de la CHAI, revelando públicamente días antes en la prensa, los resultados del ranking evaluatorio, realizando además, consideraciones fuera de lugar sobre las posibilidades de cambio de estos resultados. Y el tercer cuestionado, señor Ministro, fue el representante de su propio Ministerio, el Presidente de la CHAI, Ing. Ferrari, que antes del proceso evaluatorio nos preguntó por qué no nos habíamos presentados al Llamado comunitario al que hay que agregar al Director de la DINATEL, Ing. De Cola, que inventó la decisión de excluirnos del proceso al decidir que no podíamos competir por un canal de alta definición, más allá de su inevitable marcha atrás sin explicación alguna.

Por otra parte, corresponde decir que fueron estas tres organizaciones cuestionadas de la CHAI, las que llevaron la voz cantante en la puntuación, según surge de las propias actas de la desintegrada Comisión.

11) Pasemos ahora a las irregularidades del proceso calificatorio en sí mismo. Es decir cómo se armó la trama, para que un proyecto que figuraba en el primer lugar de los seis segmentos de puntuación objetiva pasara a la antepenúltima descalificante posición. En efecto nuestro proyecto resulto primero en producción nacional con 22 puntos sobre los 18 puntos del que lo seguía, también resultó primero en programación nacional innovadora con 18 puntos sobre los 15 puntos del que lo seguía, y también calificó primero en pautas publicitarias, con 10 puntos sobre los 8 puntos del que lo escoltaba, y también primero en antecedentes con 12 puntos frente a los 10 puntos del segundo. En los ítems de empleos directos y accesibilidad figuró segundo considerando a los tres primeros lugares. Si no se toma en cuenta la desventaja de arrancar 18 puntos abajo, por pedir un canal compartido y no un canal completo y exclusivo, estaba primero absoluto en el ranking de posiciones aún contando el segmento de evaluación subjetiva donde se gestó la irregularidad. (Ver cuadros adjuntos). Si se le descuentan los puntos extras obtenidos por canal compartido, sigue también primero absoluto aún contando el segmento de evaluación subjetiva. (Ver cuadros adjuntos). Pero incluso si se computan los 18 puntos iniciales de desventaja que dio el proyecto Fasano y no se considera el único segmento de evaluación subjetiva, queda tercero en zona de adjudicación. La única forma que había de eliminarlo de la competencia, una vez fracasado el intento de prohibirle competir por un canal de alta definición, era calificarlo último en el segmento subjetivo de evaluación global donde no había normas de control objetivo.

Ahora, ¿cómo era posible calificar último a quién iba primero en la evaluación objetiva? Solo la alquimia podía acudir en ayuda de los calificadores. A partir de ese momento la CHAI cambió su sigla, pasando a identificarse como Comisión Honoraria de Alquimistas, (CHA), perdiendo la “I’’ en el camino.

Y así pasaron a falsear las cifras. Fasano fue calificado último en la puntuación subjetiva, pese a que iba primero en la puntuación objetiva. Si hubiera sido calificado penúltimo en la puntuación subjetiva, igual quedaba tercero en la calificación general, es decir en zona de adjudicación.

12) Para descubrir la trama hay que ingresar en las consideraciones del capítulo de fortalezas y debilidades establecido por la desmembrada CHAI.

Lo primero que hay que señalar son las falsedades contenidas en el capítulo de ‘’debilidades’’.

Las palabras que dedica la CHAI a nuestras debilidades se resumen en dos vocablos: escasa inversión. Para ello tiene que apelar a una falsedad.

Dice la CHAI: ‘’Propone invertir 600 mil dólares, cifra muy escasa para afrontar posibles desequilibrios financieros en el corto plazo”. Falso: en la página 51 del Tomo III sobre el capítulo ‘’Modelo de Negocio’’, digo textualmente: ‘’El proponente destinará de su patrimonio personal, para implementar el proyecto, la suma de un millón de dólares’’. ¿Porque se mintió al señor Ministro, cometiéndose un error del 40% en los montos? Y en esa misma página se afirma textualmente que ‘’no creemos necesario invertir en el inicio una suma superior al millón de dólares en un proyecto de asignación compartida, pero si fueran necesarias mayores inversiones, éstas saldrán del patrimonio del proponente y no de entidades financieras, descartándose de esta manera los altos intereses bancarios que pueden debilitar el proyecto’’. Y en nuestro estado de responsabilidad surgen disponibles montos para engrosar la inversión a este proyecto, además del millón de dólares inicial, debidamente documentado.

Todo esto le fue ocultado al señor Ministro por la CHAI en su falso capítulo de debilidades. Por otra parte, cómo puede la CHAI calificar de escasa, mi inversión inicial de un millón de dólares para un solo canal compartido y considerar una fortaleza la inversión de U$S 1.600.000 o de U$S 1.400.000 para canales completos, (dos canales a cada oferente en esa modalidad), cifras éstas declaradas en las propuestas de VTV y el diario El País respectivamente, o no descalificar las dos propuestas que ubicó primera(La Diaria) y tercera(Consorcio Pop), que son precisamente las únicas dos ofertas que no declaran ni garantizan inversión alguna con capital propio o cifra cierta declarada. O sea que es insuficiente un millón de dólares para un solo canal compartido y es más que suficiente un millón seiscientos o un millón cuatrocientos para canales completos que implican por lo menos financiar dos canales cada uno además del canal espejo y no son descalificados ipso facto los únicos dos proyectos que no se comprometen a integrar cifra propia alguna, los que además son premiados con el primer y el tercer lugar de la puntuación. Es el reino del disparate. O de la alquimia. O quizás el de la implicancia. Creíamos que la solvencia económica era un requisito inexcusable.

13) Y para sobreabundar en nuestras ‘’debilidades’’, la CHAI vuelve a falsear la realidad al describir como una flaqueza de nuestra parte, haber informado que teníamos un costo de producción por hora de ficción nacional de menos de U$S 2.000 (también habla de U$S 195 la hora en programación innovadora sin indicar a cuál se refiere, no coincidiendo esa cifra con ninguno de nuestros datos presentados), cuando cualquiera que entienda y sepa lo mínimo de producción sabe que nos estamos refiriendo a compra de derechos de ficciones ya producidas y no a producción propia. ¿Quién puede en su sano juicio afirmar que podríamos producir a U$S 2.000 la hora? Pusimos U$S 2.000 la hora, por la compra de los derechos de ficción y ésta es una cifra, incluso elevada. No existe ninguna compra de derechos de ficción por parte de los canales 4, 10 y 12 que supere esa cifra. Bastaría, señor Ministro, que le pregunte a la renunciante CADU, experta en el tema, y le dirá que los precios de compra de derechos de emisión, incluso de películas nacionales premiadas, oscila en los U$S 1.500.

Nos acusan de crear ficción barata. Aquí la única ficción barata es la que se pretende crear con falsedades alrededor de este proyecto, para pretender justificar lo injustificable: que la propuesta con mejor puntaje en la evaluación objetiva se hunda en el último lugar de la evaluación subjetiva para quedar fuera de la adjudicación.

14) También inexplicablemente califican de ‘’debilidad’’ el hecho de que invertimos en programación U$S 2.500.000 anuales para un solo canal compartido, mientras que La Diaria ‘’promete’’ una programación de U$S 5.000.000 para dos canales, y el Consorcio Pop (productora Oz) ‘’promete’’ una programación de U$S 4.600.000 también para dos canales y VTV otra programación de U$S 4.000.000 para dos canales. Así cualquiera. Yo podría decir también que prometo una programación de U$S 10.000.000 pero como jugué limpio y probé que dispongo de las inversiones necesarias para llevar a cabo una programación de U$S 2.500.000 para un solo canal, no puedo decir que puedo prometer una programación de U$S 10.000.000 basado en que voy a recibir recursos de los Reyes Magos. Y este principio de realidad en lugar de ser una fortaleza, para la CHAI es una debilidad.

En contrapartida se premia como una fortaleza los 5 millones de dólares que promete La Diaria, cuando no pone ni un solo peso de inversión inicial ni garantiza de dónde saldrán los recursos, o los U$S 4.600.000 que promete el Consorcio Pop que tampoco pone un solo peso de inversión inicial o no declara en su proyecto a cuánto ascenderá esa inversión, sin garantiza nada y en declaraciones a la prensa formuló que solo cuentan con U$S 400.000, cifra esa sí, harto insuficiente para la programación que prometen. No decimos nada de la propuesta de VTV, porque esa empresa, sí pone como inversión inicial la suma de U$S 1.600.000 con una promesa de programación de U$S 4.000.000 que es proporcionalmente igual a la de nuestra inversión inicial de U$S 1.000.000 con una programación de U$S 2.500.000. Si se multiplican nuestros U$S 2.500.000 para un solo canal compartido, por el 60 % de más que pone de inversión VTV para canales completos, dos canales, se verá que el resultado es exactamente igual: U$S 4.000.000.

Pero los otros dos casos, La Diaria y la Productora Oz (Consorcio Pop), no son creíbles cuando no aportan inversión alguna de capital genuino y propio y solo se trata de confiar en que los recursos los van a conseguir en el futuro. Y conste que en el caso de La Diaria, creo que le haría mucho bien al Uruguay que se le adjudique un canal abierto, porque hora es que la izquierda ingrese de una buena vez al circuito de la televisión abierta comercial para competir con el oligopolio.

15) Finalmente afirman que somos los que estamos primeros en co-producción de ficción televisiva, pero que los montos destinados para este fin son insuficientes para asegurar un nivel de calidad.

Nos preguntamos ¿cómo puede deducir la CHAI que nuestras co-producciones de ficción, financiada con fondos genuinos, muy superiores a los que fueron calificados en primer y tercer lugar, carecerán de calidad, cuándo ignora quiénes son nuestros co-productores, cuáles son los guiones, si hay guiones con interpretación de pocos o muchos actores y sin embargo considera de calidad las producciones de otros oferentes, que no invierten un solo peso de capital, y sobre los cuáles también se desconoce cómo serán sus programas? ¿No le parece sospechoso, señor Ministro?

16) También en el rubro ‘’debilidades’’ se afirma que nuestro proyecto es muy optimista al establecer que logra el punto de equilibrio operativo en el primer año. Se advierte que ni siquiera leyeron las respuestas a las preguntas que ellos mismos nos formularon antes de dictar su fallo. En la pregunta número cuatro se les contesta textualmente que recién ‘’para el tercer año, solo con la publicidad estimada, sin contar los ingresos no incluidos, se solventa la totalidad de la programación nacional y todos los restantes rubros’’, para agregar que recién ‘’en el cuarto año los resultados proyectados indican que no será necesario apelar a ningún aporte personal extraordinario’’. Por lo tanto, de optimismo, nada de nada. Realismo puro, moderado y prudente, muy lejos del realismo mágico de ciertos proyectos.

17) En el rubro fortaleza, las omisiones son notorias. Solo le destina un párrafo a nuestra fortaleza afirmando que es solo ‘’en algunos aspectos innovadora’’.

¿No es acaso innovador, ser el único proyecto que se compromete a no retirar utilidades y destinar el 100% de ellas a la calidad de su programación?

¿No es innovador establecer un Consejo de Dirección con participación social de 21 representantes de la sociedad civil y política, de la educación, la cultura, de las Universidades, los sindicatos, el deporte, los consumidores, con voz y voto en las decisiones y en la programación?

¿No es innovador darle a los trabajadores del canal y a su sindicato, voz y voto en el Consejo de Dirección?

¿No es innovador crear una Asociación de Televidentes para que incidan en la programación de su canal?

¿No es innovador establecer, por primera vez en un medio de comunicación, el derecho a la cláusula de conciencia activa y pasiva para todos los periodistas que trabajen en el canal?

¿No es innovador ubicar una cámara fija en los principales puntos de Montevideo para que la audiencia pueda expresarse?

¿No es innovador destinar espacios en la programación para difundir programas producidos directamente por grupos de televidentes, con el apoyo técnico del canal?

¿No es innovador prohibir los ‘’chivos’’ y no autorizar que los conductores y periodistas sean contratados para difundir anuncios publicitarios?

¿No es innovador comprometerse al 92% de producción nacional y ser el que más programas educativos incluyó en su grilla?

Pues bien, éstas y muchas otras innovaciones más, fueron ignoradas por la CHAI, y ni siquiera figuraron en el análisis de las fortalezas.

Tampoco se indicaron como fortalezas afirmaciones de la propia CHAI, señaladas al pasar: ‘’Es la propuesta con mayor cantidad de coproducción de ficción televisiva”.

18) Otra de las irregularidades detectadas es la diferencia de criterio de la CHAI sobre nuestro proyecto, comparándolo con el que estando penúltimo en la puntuación objetiva lo ubican primero absoluto en la puntuación subjetiva En efecto el proyecto que sin tomar en cuenta las señales propias competía con El País para no quedar en el último lugar (Consorcio Pop solo obtuvo 49.74 puntos quedando en penúltimo lugar) y que pasó al tercer lugar al ubicarlo primero absoluto en la evaluación subjetiva, desplazando a nuestro proyecto del tercer lugar para enterrarlo en el último de la evaluación subjetiva, afirma que capturará el 5% del total de la inversión publicitaria anual en televisión. La CHAI no tuvo más remedio que considerarlo una debilidad por su excesivo optimismo. No solo ese proyecto no invierte un solo peso de capital propio, o no dice el monto concreto que va a invertir, sino que afirma que va a obtener U$S 7.400.000 de publicidad anual. Y en base a ese realismo mágico, se compromete a una programación anual de U$S 4.600.000 en los canales completos que pidió. Nuestro proyecto aspira con los pies sobre la tierra, a obtener de publicidad solo el 2.20%, mucho menos de la mitad de lo que afirma obtener el proyecto que nos desplazó del tercer lugar. Sin embargo la CHAI no considera nuestro realismo una fortaleza, nos castiga por tener una programación de U$S 2.500.000 en un solo canal y nos condena al último lugar de la calificación subjetiva por estas razones. La vara no es la misma.

19) Otra vara hecha a medida del objetivo de desalojar a nuestro proyecto de los tres primeros lugares, donde nos encontrábamos, únicos lugares con posibilidades de adjudicación, tiene que ver con la fortaleza otorgada al consorcio Pop (productora Oz) por disponer de una ‘’escasa plantilla de trabajadores’’. O sea que una de las razones del análisis subjetivo, que ubicó en el primer lugar de la evaluación global subjetiva al oferente que estaba en el penúltimo lugar de los seis ítems de valoración objetiva, fue tener una ‘’escasa plantilla de trabajadores’’. Ya no entendemos nada, señor Ministro. Si uno de los objetivos establecidos en el Llamado era la generación de empleos directos, ¿cómo puede ser una fortaleza tener una escasa plantilla de trabajadores directos?

¿Cómo hizo el Presidente de la gremial de trabajadores, APU, para considerar fortaleza una ‘’escasa plantilla de trabajadores’’, premiando con el primer lugar de la evaluación subjetiva en ese segmento al proyecto que menos empleos directos genera de todos los oferentes que se presentaron?

20) La última de las irregularidades, señor Ministro, fue rechazar mi pedido de que se hiciera público cómo votaron cada una de las 6 organizaciones que quedaron en la CHAI, en el segmento subjetivo de evaluación global. Hecho éste, que quizás a usted, también se lo ocultaron señor Ministro.

¿A qué le temen, señor Ministro, sus asesores? ¿Acaso a que se descubra que los que prejuzgaron públicamente antes de analizar los proyectos, o los que participaron en proyectos que debían ser puntuados por ellos mismos o los que decidieron medidas contrarias al pliego para desalojar a un oferente de la competencia, o los que les dijeron a ese oferente por qué no se presentó en el llamado comunitario, fueron los mismos que votaron desplazando a ese oferente que estaba en el primer lugar de los 6 segmentos objetivos, ubicándolo en el último de la valoración subjetiva?

Esta última irregularidad, la del ocultamiento de la votación subjetiva, empaña la cristalinidad de todo este proceso que se previó iba a ser impecable, por primera vez en la historia de las adjudicaciones de los medios audiovisuales.

Podría agregar una vigésima primera irregularidad a este mamarracho, señor Ministro, pero no sé si vale la pena. Me refiero a que la CHAI, incumplió los plazos del pliego que nos obligaban tanto a los 6 oferentes como a la propia CHAI. Esta Comisión debía taxativamente entregar su Informe, el martes 13 de agosto y lo entregó el 28 de agosto, 15 días después, sin que decreto alguno lo avalara, invalidando de esta manera los compromisos de calendario que estableció el propio Llamado. Pero no lo añadiré a las irregularidades, porque entiendo que la desintegrada CHAI requería más plazo para poder emprolijar los resultados. Con su ineptitud se demostró a sí misma, capaz de hacer chocar hasta una calesita. Y contra eso no hay plazos que alcancen.

CONSIDERACIONES FINALES

Mi voluntad de abandonar este proceso de adjudicaciones, aún antes de la decisión del Presidente de la República, obedece a 5 razones:

1) La constatación de quiénes fueron los que constituyeron la mayoría de las organizaciones que decidieron el puntaje. Las 4 organizaciones, (la mayoría), entre las seis calificadoras fueron el Ministerio de Industria del gobierno progresista, la Universidad de la República, la Asociación de la Prensa Uruguaya y la Sociedad Uruguaya de Actores, todas instituciones prestigiosas, con las cuales compartí ideales, épicas y utopías, y por las que siempre me jugué en los 45 años de director de medios, más allá de sus delegados circunstanciales.

2) Que el mensaje que los delegados de esas organizaciones emitieron en el dictamen de su Informe Final, fue contundente al expresar en su análisis, que pese a estar nuestro proyecto primero en los seis ítems objetivos, correspondía clasificarme último en el único ítem de carácter subjetivo, dejándome fuera de toda posibilidad adjudicatoria.

Cuanto más oscuro el procedimiento más claro el mensaje: ‘’ni lo sueñes”.

3) Que si las irregularidades hubieran sido articuladas por el adversario histórico, la pícara derecha vernácula que siempre impidió el acceso de las fuerzas del cambio social a la televisión, mi ánimo no hubiera sufrido mella, aún más, mi voluntad se hubiera agigantado para enfrentar la bellaquería. Pero esta vez no puedo siquiera alegar argumento alguno en tal sentido. Hasta mi vieja adversaria, ANDEBU, se retiró del tribunal. Esta vez fue la delegación, integrada toda por gente de izquierda, la que dictaminó mi exclusión, incluso violando normas y códigos elementales. No creo que esos delegados representen ni el espíritu ni la historia de la izquierda uruguaya, rica en probidades. Sin embargo militan en las filas de las fuerzas del cambio social y su erróneo mensaje fue claro. Y yo lo escuché y lo decodifiqué.

4) Comprender que acá se trató de un gigantesco mal entendido. Yo no le pedí nunca nada a la izquierda uruguaya. Le di todo lo que tenía para dar. No correspondía pedirle nada. Era mi obligación actuar de acuerdo a mi conciencia, anclado por siempre en la margen izquierda de mi peripecia vital.

Y si no pido, sino que doy, la situación es clara. Me presenté a este Llamado porque creí que podía, por mis antecedentes, crear un nuevo medio de comunicación, capaz de disputarle hegemonía al oligopolio, ahora sí, al acceder por primera vez al gran mercado publicitario de la televisión abierta al que siempre se me negó acceso. Creía poder servir a la izquierda uruguaya en ese ámbito tan sensible en las relaciones de poder. Pero si la izquierda o el gobierno progresista, no lo entienden así, el tema está terminado y definitivamente laudado. Cuando alguien quiere dar algo y el receptor no lo quiere aceptar, no hay nada más que decir: misión cumplida.

En este caso yo había decidido, contra la opinión de los que me quieren bien, volver a entregar mi tiempo, mis energías, mi conocimiento y mis bienes en aras de la construcción de un canal de televisión al servicio de las ideas de la izquierda nacional.

Si la izquierda a través de los representantes que las circunstancias eligieron, no acepta el ofrecimiento, sus razones tendrá y no las voy a discutir. Yo puedo estar viendo el árbol y no el bosque. Es posible.

Otros serán los ámbitos que abriré para seguir sirviendo a la causa socialista, como lo vengo haciendo desde hace 45 años en los 16 medios que fundé.

Eso no me inhibe de cuestionar la forma en que se me hizo llegar el mensaje, en medio de irregularidades que no hacen honor a la tradición de la fuerza más humanista con que cuenta nuestro Uruguay.

5) La razón última que me lleva a dar un paso al costado, es facilitarle las cosas al Presidente de la República, el compañero José Mujica Cordano, que menudo dilema tendría en tener que optar contra la opinión de su Comisión Asesora.

De todos modos, mi desilusión por la forma en que se procesó este llamado histórico por democratizar la televisión uruguaya, se ve en parte atenuado porque todo indica que la izquierda tendrá participación, y digo yo, buena representación, en las ondas televisivas, con la presencia del proyecto de la cooperativa La Diaria, a quien le deseo el mejor de los éxitos. Ignoro si podrá modificar en algo la desfavorable correlación de fuerzas, donde se necesitan más que buenas uñas para guitarrear, pero por lo menos sé que lo intentará. Buena suerte.

Doy vuelta la hoja, señor Ministro, y espero sepa comprender, más allá de las legítimas ofuscaciones que me invadieron ante tanto desatino, el espíritu constructivo de mi interpelación que no roza en modo alguno su reconocida probidad. Me consta la delegación de funciones que usted realizó en esta temática tan especial. Tenga la seguridad, que de mi parte no existirá reclamación alguna al gobierno que administra hoy el Estado nacional.

He sido huésped de todas las grandes luchas por la igualdad y la justicia en nuestro país. Me duele no volver a serlo en esta gran aventura de la transformación comunicacional del Uruguay.

Dr. Federico Fasano Mertens

 

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