Brenta: “El movimiento sindical viene buscando reposicionarse en un gobierno de izquierda”

El gobierno se ha propuesto como meta un salario de $10.000 como mínimo para todos los trabajadores al fin del período de esta administración – 2015-  y que los aumentos de salarios no sobrepasen el 3%, lo que parcialmente conformará a los empresarios que están reclamando incluso que no haya incrementos. Desde la central sindical, las respuestas no se han hecho esperar y exigen una adecuación “lógica” a lo que ganan los asalariados.

El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta apuntó ahora más allá de lo puntual, refiriendo a la necesidad de un nuevo relacionamiento entre las clases trabajadoras y el poder, dando que a su entender el reposicionamiento de los sindicatos con un gobierno de izquierdas tampoco ha sido logrado.

“Creo que desde el año 2005 el movimiento sindical viene buscando cómo reposicionarse en un gobierno de izquierda y todavía no lo ha hecho. Está en ese proceso. La agenda del diálogo entre el gobierno y el movimiento sindical necesariamente debe cambiar y por eso en varios gremios vienen apareciendo dirigentes sindicales que plantean una nueva agenda de relacionamiento que implica su enriquecimiento. Antes, la urgencia de mejoras salariales llevaba a postergar temas vinculados a las condiciones de trabajo como la seguridad y la salud de los propios trabajadores. La emergencia por llegar a fin de mes hacía que se dejaran atrás temas como el acoso, la insalubridad. Hoy está garantizado el sindicalismo, los salarios evolucionaron y por eso la agenda debe avanzar en otros temas”, señaló Brenta en declaraciones que publica el diario La República.

Consejos: salarios crecerán al ritmo de la economía

Para el ministro en la ronda de consejos de salarios que se inician, la negociación debe girar en torno a las expectativas que tiene el equipo económico sobre el ritmo futuro de la actividad nacional, lo que implica reconocer que la economía se está desacelerando.

“Creemos que esta ronda es la continuación de las anteriores y por eso le daremos continuidad a los criterios anteriores pero con el nuevo escenario que es distinto al del 2010; con récord de trabajadores ocupados, crecimiento del salario real en el orden del 42% desde el 2005 al 2010 y, además, siempre dijimos que los salarios debían crecer al ritmo de la economía”.

Brenta llamó no obstante a atender la problemática de las mejoras entre la población: “Si miramos a la región uno puede comprobar que hay países que han crecido más que Uruguay. Un ejemplo es Perú en donde su economía creció a una tasa del 9 y 10% pero eso no se ha visto reflejado en la sociedad. Sin embargo en Uruguay, donde el crecimiento económico fue más modesto, ha permitido una mejora sustancial del nivel de la población y una mejora en la distribución del ingreso en toda la sociedad; algo difícil de lograr porque el sistema capitalista tiende a concentrar los ingresos en los portadores de ellos. La única manera es generar políticas públicas que tiendan a abatir lo que la economía por sí misma dicta. Y ahora, que la economía se está desacelerando, es válido decir que los ajustes deberán estar en el rango, en el orden del 3 % anual. No habrá trabajadores que pierdan salario real, de eso estamos seguros”, enfatizó.

Descartó de momento que los salarios puedan incidir en un efecto inflacionario adicional, en tanto “la combinación de cautela y desempeño productivo serán elementos que minimizarán cualquier clase de impacto del salario sobre la inflación”, puntualizó.