Obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti, rebate cuestionamientos de parlamentarios contra la Iglesia

A través de una carta pública, el prelado reafirmó su desacuerdo con el proyecto de Ley sobre el matrimonio igualitario, entre personas del mismo sexo, al tiempo que criticó a los legisladores Pereyra y Amado por los cuestionamientos de ambos parlamentarios sobre su postura.

Sanguientti propuso en su momento realizar una movilización contra el proyecto de Ley que se encuentra en el Parlamento y que será tratado en los próximos días.

Ante tal propuesta del obispo, Pereyra dijo que a Sanguinetti “le faltó un acápite que fuera una autocrítica por los abusos de menores que cometieron algunos colegas suyos”. El legislador también dijo que “hay expresiones que reflejan un gran desconocimiento de lo que pasa en la sociedad y en las familias”.

Ante ello, el prelado respondió en su misiva que “la Iglesia es la única institución que ha reconocido éstos y otros pecados de sus miembros: la autocrítica de la Iglesia está hecha y es permanente. Si no la conoce, infórmese”.

“En primer lugar él no sabe qué conozco. Probablemente los lentes con que ve la realidad, crea que son los únicos. Es probable que no conozca tanto sufrimiento de las almas y de los corazones como conozco yo por ser sacerdote. Mejor que descalificar al otro, es escuchar razones. Se puede pensar distinto que él”, remarca el obispo de Canelones.

“No entró en razones”

Por su parte, el diputado Amado había expresado que sería “bueno” que la Iglesia convoque a una “marcha para pedir perdón”.

“La Iglesia Católica ha sido una máquina de violar los derechos humanos durante toda su vida”, dijo el parlamentario colorado.

Sanguinetti dijo que Amado “no entró en razones y con particular desubicación atacó” a su persona.

“El juicio gratuito y la ignorancia supina del Sr. diputado es un desplante totalmente fuera de lugar y por el cargo que tiene en su partido más agraviante”, cuestionó.

“No creo que él cada vez que emita una opinión comience por pedir disculpas por los errores que ha cometido su partido en su breve historia, comparada con la de la Iglesia. Y tampoco nadie ni se lo exige, ni tiene por qué exigírselo. Respete, pues”, expresa Sanguinetti.